El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aterrizado este martes en Tallín, Estonia, en torno a las 17.00 horas --una hora menos en España-- para iniciar su gira de tres días por los países bálticos, que después le llevará a Letonia y Lituania.
Sánchez ha comenzado su visita oficial con una reunión bilateral con la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, el primer encuentro de esta gira que el Gobierno ha organizado, entre otras cosas, con motivo del centenario del establecimiento de relaciones bilaterales.
España estableció relaciones diplomáticas con Estonia y Letonia en 1921, mientras que en el caso de Lituania sería en 1922. Estos países están inmersos en esta celebración también con otros países por lo que desde Moncloa se ha considerado una buena ocasión para visitarlos.
Además, durante su gira, el jefe del Ejecutivo visitará a los militares españoles destinados en Letonia y Lituania en misiones de la OTAN.
Tras el encuentro bilateral con Kallas, Sánchez asistirá este martes a una cena que se celebrará en el Centro Arvo Pärt, en referencia a un célebre compositor estonio, y que ha sido construido por el estudio Nieto Sobejano, de los arquitectos españoles Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano.
Ya el miércoles, el presidente del Gobierno se reunirá con la presidenta de Estonia, Kersti Kaljulaid, con la que tendrá ocasión de recorrer la exposición 'Zuloaga, el alma de España', organizada con motivo del centenario del establecimiento de relaciones en el Mikkeli Museum. Asimismo, se entrevistará con el presidente del Parlamento, Jüri Ratas.
LETONIA, SEGUNDA PARADA
A continuación viajará a Letonia, donde junto a su primer ministro, Arturs Krisjanis Karins, realizará una ofrenda floral en el Monumento a la Libertad construido en honor a los soldados caídos en la guerra de independencia.
Junto a este, Sánchez visitará a los 300 soldados españoles destacados en la base de Adazi en el marco de la operación 'Presencia Avanzada Reforzada' de la OTAN, cuyo principal cometido es ejercer la disuasión para evitar potenciales conflictos en esta zona.
Ya de vuelta en Riga, está previsto el encuentro bilateral entre ambos jefes de Gobierno, a lo que seguirá una cena. En este caso, tendrá lugar en el Museo Nacional de Arte Letón, que ha cedido parte de su colección textil para una exposición en Museo Nacional de Artes Decorativas, en Madrid, con motivo del centenario.
El jueves, la jornada arrancará con un encuentro con la presidenta del Parlamento, Inara Murniece, tras lo cual Sánchez se desplazará a Lituania, última parada de su periplo.
VISITA A TROPAS EN LITUANIA
Aquí la visita arrancará en la base de Siauliai donde siete aviones Eurofighter españoles están desplegados hasta el 31 de agosto en la misión de Policía Aérea del Báltico, también de la Alianza Atlántica. Dicha misión se inició en 2004 tras la entrada de los países bálticos en la OTAN y desde 2006 España ha participado en ocho ocasiones, según explica Defensa en su web.
Antes de trasladarse a Vilnius, Sánchez mantendrá un encuentro en la misma base con el presidente lituano, Gitanas Nauseda. Ya en la capital, se reunirá con la primera ministra del país, Ingrida Simonyte, con la que hay previsto un almuerzo y una rueda de prensa.
La agenda en este país se completa con un recorrido por el centro de la capital así como con un encuentro con el presidente de la Federación Lituana de Baloncesto, Arvydas Sabonis, quien fuera jugador del Real Madrid, y con la principal líder opositora de Bielorrusia, Svetlana Tijanovskaya, a quien no pudo recibir durante su visita a Madrid hace unos meses porque estaba de cuarentena por COVID-19.
En la agenda en sus contactos en los tres países, señalan fuentes gubernamentales, estarán las relaciones bilaterales así como temas principalmente relacionados con la UE y también con la OTAN. Cabe esperar que la relación con Rusia y también con Bielorrusia figuren en la agenda, dada la tensión imperante entre estos tres países con Moscú y Minsk.
Los países bálticos han sido firmes defensores de la imposición de sanciones a Bielorrusia a raíz de las elecciones presidenciales de agosto pasado, en las que Alexander Lukashenko obtuvo un sexto mandato no reconocido por la oposición ni por la UE, y más recientemente tras el aterrizaje forzoso a que Minsk obligó a un vuelo de Ryanair con destino a Vilnius para detener a un opositor.