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Estepona

La Plataforma "176 y más" confía en la justicia para acabar con la pesadilla ordenada por Urbano

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Ejemplo de saber estar, de civismo, de respeto y educación. Eso es lo que hemos reflejado en la sala algunos de los miembros de la Plataforma 176 y + aún oyendo justificar un ERE inhumano y con la presencia del dictador Urbano con su aire de soberbia dictatorial. Un juicio que nos deja con las mismas dudas que al comienzo, ya que las innumerables cuestiones injustificadas que tanto el alcalde como su séquito de agradecidos concejales exponían eran “más de lo mismo”.

Podría traducirse su defensa en: señoría, necesitamos disponer del máximo dinero posible para enriquecer a concejales, personal de confianza y amigos y por ello es necesario despedir a 174 trabajadores.

Mercedes Periañez, una de los estómagos agradecidos del gabinete de prensa municipal y ejemplo de cómo vender su dignidad, su honradez y su ética periodística, se apresuraba a poner en la web del Ayuntamiento que el Ministerio Fiscal justificaba el ERE.


La cuestión no es hablar si sobra o no gente en el Ayuntamiento de Estepona. Lo importante, por lo que luchamos, por lo que no cesaremos de pelear es por las formas, por los criterios subjetivos utilizados, por el descarado señalamiento a dedo de la lista, por la mala fe que ha habido por parte del alcalde y el equipo de gobierno.

Un juicio en el que hemos podido ver, una vez más y delante de un juez, que el alcalde de Estepona es un mentiroso compulsivo. Señor alcalde, ¿no decía que nadie le había llamado mentiroso? Pues ha sido su propio concejal de Hacienda, Manuel Aguilar quien le ha llamado embustero al afirmar que llamó a ocho personas antes de notificar la lista del ERE a los sindicatos y al Comité de Empresa. Ya no queda estamento que no sepa que García Urbano es un mentiroso y un dictador.

Un Manolo Aguilar, vecino de Estepona, que bien aconsejado afirmaba que llamó a esas ocho personas porque les unía algo sentimental con ellos. Incluso ha tenido la poca vergüenza y la desfachatez de hablar de parentescos y amistades con su padre. No, señor Aguilar, no se haga ahora el esteponero y quiera crear vínculos porque ni eran amigos y ahora, aún menos. Se le ha pegado las mentiras del que maneja los hilos y también disfraza la realidad ante el juez para hacerla más liviana.

Pase lo que pase en el fallo de este juicio, siempre habrá cuestiones por resolver y que todo el pueblo de Estepona sabe:

-¿Por qué se libran de la lista dos auxiliares administrativos del catastro?

- ¿Por qué la hija y el hijo del gran amigo del alcalde, Pepe López, continúan cuando eran candidatos a estar en la lista?

- ¿Por qué engaña el alcalde y la concejala de Personal, Pilar Fernández Fígares, mienten en todo este proceso negando que se había llamado a gente antes de la notificación de la lista?

- ¿Por qué se habla de causas económicas cobrando sus concejales 65.000 euros al año?

- ¿Por qué se despilfarra dinero en engrosar las cuentas de la Fundación 24 horas, en publicidad y estatuas?

- ¿Por qué la antigüedad es un requisito y ha salido gente con más de 20 años trabajando en el Ayuntamiento?.

La Plataforma 176 y + respeta, como no puede ser de otra manera, la decisión del juez y confía en que los criterios expuestos sean de peso para que la balanza se incline a favor de estas 174 familias que están pasando un auténtico calvario.

No hay nada más ofensivo para un dictador como el alcalde José María García Urbano que depender de la justicia, ya que este tipo de personajes obsoletos solo funcionan con el ordeno y mando. Su mano derecha inquisidora trata de sembrar el pánico entre los trabajadores como así lo ha afirmado delante de un juez el secretario adjunto, cuya claridad en su exposición es para ruborizar a cualquier dirigente.

Seguimos con la lucha diaria y no cesaremos en el empeño de desenmascarar al alcalde y su séquito de concejales que cobran como ministros y no han tenido humanidad para dejar en la calle a 176 personas cuando uno de los puntos de su programa electoral era crear puestos de trabajo y dar estabilidad a los trabajadores municipales. Mienten con cada palabra que sale de sus bocas.

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