Dieciséis meses después del primer aviso, cuando se desplomó parte de la escayola del techo, el edificio Ramón y Cajal de Gibraleón, perteneciente al CEIP Miguel de Cervantes y que acoge a los alumnos de Infantil, ha sido declarado en ruinas por los técnicos municipales del Consistorio olontense.
Esto ha sucedido justo cuando iban a comenzar las obras de rehabilitación del centro, ya aprobadas por la Consejería de Educación, pero el desplome de parte del techo en junio de este año no deja otra alternativa.
Este contratiempo imposibilitará que los alumnos, que desde marzo de 2011 han sido reubicados en el Auditorio municipal, vuelvan a su centro para el próximo curso, como era el objetivo de Educación. Así, los pequeños -de entre tres y cinco años- retomarán las clases de nuevo en el Auditorio, a la espera de la construcción del nuevo edificio, cuya ubicación todavía es una incógnita.
Así, fuentes de la Delegación Provincial de Educación han indicado a Viva Huelva que, aunque aún no tienen constancia del expediente municipal que declara el edificio en ruinas, el Ente Público de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE), dependiente de Educación y que se encarga de los proyectos y obras en los edificios docentes, ha descartado la rehabilitación del Ramón y Cajal, ya que “el edificio está muy deteriorado y no compensa”.
Ahora están trabajando en el borrador del nuevo proyecto, para levantar un nuevo edificio con seis unidades docentes (dos clases por curso), pero sin conocer aún la ubicación exacta.
Junto al edificio principal
En este sentido, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Gibraleón, Manuel Gómez, ha explicado a Viva Huelva que, aunque el sitio está por determinar, la intención del Consistorio es levantar un nuevo edificio junto al CEIP Miguel de Cervantes, de modo que todos los cursos del colegio público estén ubicados en el mismo espacio y no como hasta ahora, ya que el edificio de Infantil está en una calle aledaña.
El problema es que el Miguel de Cervantes está rodeado por el parque Fuente del Oro, de modo que el Ayuntamiento tendría que hacer una permuta del terreno para poder edificar.
No obstante, sea cual sea la ubicación final, Gómez indica que “estamos trabajando conjuntamente con el ISE, ya hemos tenido una primera toma de contacto y estamos buscando la mejor opción, porque la colaboración entre ambas partes es total”.
Lo más importante y el objetivo que se han propuesto es que “el nuevo edificio sea una realidad para el comienzo del curso 2013/2014, en septiembre del próximo año”.
