El contingente de Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF) desplazado a Indonesia para realizar tareas de rescate y salvamento tras el terremoto y tsunami del pasado 28 de septiembre que ha arrasado la costa norte de las islas Célebes, se encuentra camino de regreso a España después de más de una semana trabajando en la zona devastada.
La Diputación Provincial de Huelva, a través del fondo de ayuda en emergencias del área de Cooperación Internacional, ha colaborado con BUSF en esta misión humanitaria, que les llevó al país indonesio el pasado día 1 de octubre, cuando las noticias sobre las víctimas y efectos del terremoto y el tsumani empezaron a revelar la verdadera dimensión de la catástrofe, según ha informado la institución onubense en una nota de prensa.
Tras la confusión y dificultad para el recuento de víctimas y daños de los primeros días, en estos momentos se estima que la cifra de muertos ronda las 2.000 personas y unas 5.000 están desaparecidas.
El contingente de BUSF ha estado compuesto por diez rescatistas y sanitarios --entre ellos tres onubenses--, así como dos perros de búsqueda y rescate de la Unidad Canina de Rescate de BUSF, uno de de ellos de la unidad de Huelva. Para llevar a cabo el trabajo, han contado con un equipo ligero de primera intervención durante diez días y capacidad de respuesta inmediata nada más llegar a la zona de intervención.
El equipo ha apoyado tanto las labores de búsqueda y rescate de víctimas con vida como en la asistencia sanitaria y tareas logísitcas y de apoyo a la población afectada por el terromoto y el tsunami. En todo momento han valorado la situación y realizado una Evaluación de Daños, Amenazas y Necesidades (EDAN), "que son muchas, por lo que hay que seguir que dando soporte desde las instituciones y las organizaciones", según Antonio Nogales, uno de los miembros de la delegación.
Tras la solicitud de ayuda internacional, se decidió intervenir por el alto número de víctimas mortales y la alta probabilidad de encontrar supervivientes con vida entre los escombros, labor fundamental ante la falta de personal cualificado y equipado para la búsqueda y el rescate. También en el ámbito sanitario, con miles de heridos, algunos de ellos muy graves, la capacidad local se ha visto totalmente superada.
Desde las primeras noticias del terremoto, Bomberos Unidos Sin Fronteras puso en alerta al Grupo de Intervención ante Catástrofes y a las distintas sedes que conforman la Red Iberoamericana, para que estuvieran preparadas para una posible movilización inmediata en respuesta a la emergencia.
