El dueño de un establecimiento de ocio de la capital jienense, J.M.C., ha sido condenado a cuatro meses de cárcel después de que una empresa dedicada a la instalación de equipos electrónicos con ‘software’ de música implantase en el local un equipo que contenía en el momento de la instalación 7.000 canciones y el acusado no le pagara al tiempo que se negaba a devolver el sistema.   Según el fallo, al que ha tenido acceso Europa Press, el procesado llevó a cabo un contrato de prestación de servicios con la mercantil, que le instaló en el local de negocio dicho equipo, siendo éste propiedad exclusiva de la empresa estando totalmente prohibida su manipulación, traspaso, venta, pérdida o deterioro.    Asimismo, la empresa prohibía dar al sistema un uso distinto al destinado y también que lo manipulara una persona no autorizada por la empresa, puesto que el contenido musical es de especial protección por las normas de propiedad intelectual.  El acusado, tras la rescisión unilateral del contrato, no facilitó en ningún momento la retirada del material.