Personal de investigación de la Universidad de Jaén estudia el marketing del aceite de oliva para impulsar su comercialización en el mercado. “El futuro de este sector depende del aceite que se vende y del precio al que se ven de”, explica Francisco José Torres Ruiz, responsable del grupo Markuja, que desarrolla diversas líneas de acción en este campo. “El precio es el valor de mercado que tiene un bien o producto y si es bajo es porque el mercado no lo valora”, argumenta el experto.
En este sentido, la mejor manera de conseguir un precio digno es que el consumidor valore el producto, que sepa distinguir sus diversos tipos y calidades, y en consecuencia, pagar precios diferentes por cada uno de ellos. Una de las líneas principales del grupo consiste en estudiar cómo convertir el aceite de oliva en un producto bien valorado por el consumidor.
Según explica el investigador de la UJA, el aceite de oliva es un producto de baja implicación, es decir, un producto básico que no importa demasiado al consumidor, que no se preocupa de informarse de sus características cuando va a comprarlo. Según estudios realizados por Markuja, la mayoría de consumidores desconocen los tipos de aceites de oliva y propiedades.