El tiempo en: Puente Genil
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Jaén

“Quien ataca al patrimonio demuestra una gran ignorancia”

Néstor Prieto (1979) es licenciado en Historia del Arte y desde hace doce años restaurador de la Catedral de Jaén

Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Néstor Prieto. -

Nació en Granada y lleva doce años en la capital, una ciudad que le ha dado la oportunidad de ejercer su profesión como restaurador de bienes culturales, habiéndose convertido en los últimos doce años en el restaurador de la Catedral de Jaén.

Néstor Prieto (1979) es licenciado en Historia del Arte, pero se acercó a la restauración con la realización de un Máster de Patrimonio Cultural de la Iglesia, especializándose más tarde en la Facultad de Bellas Artes.

“Siempre vi la restauración como una especialidad lejana a la Historia del Arte, con la que estaba centrado en la investigación y era un mero espectador de la obra.  Ahora he descubierto en la restauración un complemento muy interesante para los historiadores del Arte. Sigo investigando con el contacto directo con la obra que restauro”, confirma.

Su jornada transcurre en la Catedral, un templo que es su lugar de trabajo. Llegó en 2007, gracias al proyecto cultural ‘Andalucía Barroca’ de la Junta de Andalucía, que implicó una gran inversión en patrimonio y restauración. Desde entonces, es restaurador del patrimonio catedralicio, pero también de la Diócesis. Una de las restauraciones que ha afrontado con mayor responsabilidad y mismo grado de ilusión fue la de la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, de la Hermandad de la Buena Muerte. “Cuando llegué a la Catedral me pareció una joya y cuando me dijeron que la restaurara, sentí que mi suerte era tremenda”, valora.

Ahora está inmerso en la exposición que la Fundación Caja Rural inaugurará a finales de año en el templo, sobre tejidos como un patrimonio “riquísimo” y que se visibilizará junto a esculturas y pinturas en las que aparecen tejidos. “La Fundación y la Asociación de Amigos de las catedrales de Jaén y Baeza son dos ángeles de la guarda”, confirma, agradeciéndoles el “esfuerzo” que realizan en invertir en restauración del patrimonio.

Prieto aboga por un “patrimonio siempre abierto” pues genera empleo, atrae turismo y dinamiza la vida de la ciudad. “Si un espacio patrimonial está cerrado se deteriora. Si se pone en valor, tienen la obligación de conservarlo”, espeta. Igualmente, llama a su cuidado. “El patrimonio es de los jienenses y su conservación, tarea de todos. Quien ataca el patrimonio demuestra una gran ignorancia. Para quien reconoce el valor de lo patrimonial, no lo daña. Falta mucho civismo y educación”, lamenta.

Pasa las horas en las capillas de la Catedral. “Es un privilegio trabajar en la Catedral, un espacio con el que siempre te recreas. La Catedral es una joya por su arquitectura y también por sus bienes muebles, que hablan de la evolución que ha tenido el templo. La arquitectura del templo ha eclipsado al resto de bienes, cuando el patrimonio catedralicio es una joya”, confirma. Igualmente, agradece que el templo sea un “escenario para la cultura”, pues ayuda a su promoción, y apunta a que “los jienenses sienten orgullo por ella”, pero que aún es una “gran desconocida”.

El patrimonio del templo es de “una gran calidad” y es fiel muestra de que Jaén miró, en la adquisición de Arte, “hacia donde le interesó en el momento y no sintió dependencia de otras zonas por ser una ciudad pequeña, no estuvo dominada”. Prieto recuerda que suma un patrimonio formado por obras de las escuelas sevillana y granadina, y de Nápoles, señalando como “una de las joyas”, el San Fernando del pintor Juan de Valdés Leal. “A Jaén llegaron obras de Nápoles en el siglo XVIII, que eran de primer orden”, reconoce. Al Museo Catedralicio siguen llegando adquisiciones artísticas y el visitante, dice, queda “maravillado”.

Para Prieto la Catedral es Patrimonio de la Humanidad y de todos los jienenses, como el patrimonio monumental, natural y cultural de una ciudad como Jaén. “Si consiguiera el reconocimiento se invertiría en su conservación, restauración de cubiertas y vidrieras, que dificultan la conservación de su patrimonio por el estado en el que se encuentran”, confirma.

En este sentido, reconoce que en patrimonio “se invierte lo que se puede” y termina haciendo un llamamiento a organismos públicos y privados para que colaboren con la financiación de restauraciones patrimoniales.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN