Fruto de este primer contacto germinaron posteriores reuniones para llevar a cabo dicho fin con la formalidad y seriedad que ambas sociedades recreativas y culturales se merecen.
Ambas entidades, en tiempos pasados recientes, arrastran las mismas y desastrosas circunstancias, debido a las pésimas gestiones llevadas a cabo por ciertos presidentes y sus juntas directivas, dejando a ambas entidades endeudadas hasta la azotea y en un total abandono con más goteras que una choza de anea. Pero como tanto monta o monta tanto Herrera como Morilla, desde la honradez y el trabajo están sacando a flote estos dos emblemáticos buques insignias, a pesar de las numerosas zancadillas y trabas que se encuentran en el camino.
Ya que aparte de sanear las cuentas, ambas entidades comienzan a brillar con luz propia. Al barrerse lo perjudicial y abrirse las puertas de par en par, para que entren a chorros esencias de libertad, democracia e igualdad sin distinción de clases.