El primer teniente de alcaldesa y delegado municipal del Centro Histórico, Agustín Muñoz, ha reiterado al Consejo local de la Unión de Hermandades que las obras que se encuentran pendientes de desarrollar en esta zona de la ciudad no comenzarán hasta la finalización de la Semana Santa para de este modo no afectar al tránsito de las cofradías por sus itinerarios habituales.

Entre esas actuaciones se encuentran las que afectarán a la plaza del Mercado, las calles Barranco y Doctor Lillo o la rehabilitación de la torre de la Atalaya, anexa a la iglesia de San Dionisio.

La previsión del Ayuntamiento es iniciar en primer lugar las obras que no afecten a los recorridos de las hermandades, como es el caso de las del palacio de Riquelme, programando la ejecución de las que sí pudieran interferir en los itinerarios procesionales de tal manera que no incidan en los mismos.

Muñoz se ha reunido con el vicepresidente segundo del Consejo, Antonio Espinar, en un encuentro que ha servido para intercambiar impresiones sobre estas cuestiones y conocer las inquietudes y necesidades de la Unión de Hermandades de cara a la organización de la Semana Santa.

Entre otras cosas, desde el Consejo se ha trasladado la conveniencia de limitar el acceso peatonal a la calle Carpintería Baja coincidiendo con el paso de las cofradías para evitar situaciones de riesgo.

De igual modo, se ha planteado la posibilidad de que los pasos de peatones que se habilitan en la Carrera Oficial tengan un único sentido, con el fin de dotarlos de mayor fluidez, mejorando el tránsito de las personas.