Carmen Longo se refiere, en declaraciones a EL FARO, a la plena dedicación que merecen los casos y lo hace ante una mesa de despacho repleta de documentación que se ha acumulado en tal sólo un día de trabajo.
Para la juez decana de La Línea es fundamental que se incrementen las plantillas y que se cubran a la mayor brevedad posible las bajas de cualquier profesional judicial, ya que en ocasiones, añade, hay mesas vacías durante meses. “A mí me parece que estoy haciendo el trabajo de dos juzgados”, señala Longo Pérez.
Ministerio
El colectivo de jueces “está muy solo y lo peor de esta situación es el trato que ofrece el Ministerio de Justicia. Nos están tratando muy mal y no se están diciendo las verdades. No dicen que estamos desbordados de trabajo y no se comenta que el sistema está funcionando gracias a nuestra labor”.
“Los jueces podemos fallar”, subraya Longo Pérez, “cualquier persona puede hacerlo pero cuando es por falta de medios y de recursos hay que estudiar qué no está funcionando dentro del sistema”. “Lo ideal”, añade, “es que un juez pudiera estar tranquilo en el Juzgado estudiando y reflexionando sus casos, pero no tenemos tiempo para dedicar a cada caso el tiempo que se merece”. Refiriéndose a las firmas documentales, comenta que en una sola jornada puede plasmar su firma en más de 300 documentos, matizando que si realmente hicieran su trabajo de revisión “el Juzgado se hundiría en tres meses”.
Como juez titular del Juzgado de La Línea, Carmen Longo reclama la presencia de más jueces, un problema al que se ha llegado por las insuficientes plazas convocadas, la escasa creación de juzgados y la falta de experiencia y preparación de los funcionarios, que no reciben cursos de formación.
Apoyo
“El sistema no hay por donde cogerlo, se ha quedado desfasado hace mucho tiempo. Los jueces estamos realizando un gran esfuerzo para a cambio no recibir apoyo del ejecutivo “, señaló, añadiendo que desde el colectivo de jueces sólo quieren que se diga la verdad, que ellos están trabajando mucho y que lo que está ocurriendo es por falta de recursos personales y técnicos en los juzgados.
A su criterio ya se ha producido un ejemplo de lo que puede pasar, refiriéndose al caso de la niña Mari Luz, donde se ha producido un cúmulo de responsabilidades que no se han cumplido y todo el peso ha caído en una sola persona.
“Este juez cumplió los módulos en mucho más del 100 por 100 y si falló ha sido sancionado. Las responsabilidades habría que compartirlas porque no ha fallado el Juez, ha fallado el sistema en su conjunto”, concluyó.