Los trabajadores de las empresas municipales han acogido con cierta cautela el anuncio del Gobierno local de aplicar medidas encaminadas a reducir el coste de las plantillas, si bien se felicitan por el hecho de que se hayan descartado los expedientes de regulación de empleo (ERE) anunciados hace un año.
El portavoz de los trabajadores de Jereyssa, José María Santiago, admitió ayer que la decisión del Gobierno de renunciar a los despidos “ha pillado por sorpresa” a la plantilla, no así la de aplicar unos recortes que estaban ya en la mente de los afectados.
En cualquier caso, Santiago se mostró “muy cauto” hasta que el Gobierno local no les explique realmente en qué van a consistir esas medidas de ajuste. Todo ello partiendo de la base de que “por supuesto” siempre son preferibles los recortes a los despidos.
Juan José Troncoso, del comité de Jesytel, también negó tener constancia “oficial” de los planes del Gobierno local, por lo que invitó a “no tirar cohetes tan rápido” sobre la posibilidad de que se disipe finalmente la amenaza del despido colectivo. Al igual que Santiago, entiende que “tal y como están las cosas”, cualquier trabajador “prefiere bajarse el salario” antes que ser incluido en un ERE. “Aquí hemos defendido siempre el mantenimiento de los puestos de trabajo, y de hecho en una asamblea se votó que las medidas que se adoptaran no implicaran despidos”, explicó.
En ambos casos, los representantes de los trabajadores de Jereyssa y Jesytel advierten de que las plantillas tampoco acogerían de buen grado recortes inasumibles. Santiago recordó que en Jereyssa ya se aplicó un plan de ajuste, asegurando además que la plantilla es “una de las que menos cobra” del Ayuntamiento. Troncoso entiende por su parte que “todo el mundo tiene un límite”, de modo que los trabajadores aceptarán los ajustes “hasta cierto punto”.
