Fitonovo, la empresa investigada por la juez Mercedes Alaya en el marco de la operación Madeja, también tuvo presencia en Jerez hace unos años, coincidiendo con las reformas acometidas en varios campos de fútbol del término municipal encaminadas, principalmente, a dotarlos de césped artificial.
Este medio ha podido saber que al menos en dos casos fue Fitonovo quien se encargó de colocar el césped artificial. En concreto, la sociedad participó directamente en las obras de los equipamientos deportivos de El Torno y Torrecera. Esta empresa optó también a hacer idéntico trabajo en otros campos de fútbol del término municipal, si bien finalmente no sería adjudicataria de los contratos.
En 2010, el Ayuntamiento entonces gobernado por la socialista Pilar Sánchez alcanzó acuerdos con la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial para dotar de césped artificial a complejos deportivos ya existentes o construir nuevos campos de fútbol, en el marco de una apuesta por la mejora de las instalaciones dedicadas al deporte base.
En octubre de 2009 se inauguraron las dos primeras actuaciones, en San Ginés de la Jara y el anexo de La Juventud. Entonces se anunció que en el plazo de un par de años la ciudad contaría con nueve campos de fútbol de césped artificial. Algunos de ellos ya se encuentran en funcionamiento y otros están todavía pendientes.
La operación puesta en marcha por la juez Alaya se dirige contra una trama que facilitaba contratos públicos a la empresa Fitonovo a cambio de sobornos. Entre los arrestados hay una mayoría de funcionarios públicos y varios políticos. Además, los agentes han realizado un total de 10 registros, entre otros lugares, la sede de la Diputación de Sevilla o la sede de la empresa Fitonovo en Gran Canaria.
Las actuaciones de la Guardia Civil se han desplegado en diversas provincias: Sevilla, Córdoba, Jaén, Huelva, Cádiz, Granada, Badajoz, Madrid, Valencia, Zaragoza, Barcelona, Lanzarote y Las Palmas de Gran Canaria.
Los investigadores del Instituto Armado descubrieron que la empresa Fitonovo había creado una “red de contactos con funcionarios corruptos” que les facilitaban la obtención de contratos públicos de forma irregular.
La sociedad trabajó en Jerez, si bien ello no implica que estas actuaciones formen parte de la investigación puesta en marcha dentro de la operación Enredadera.