Una peculiar pero preocupante plaga ha hecho acto de presencia desde hace varias semanas en las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras. Ratas, algunas de un tamaño considerable, han podido verse en oficinas y calabozos alterando en algunos casos el normal funcionamiento del trabajo de los agentes.
El primer indicio de esta problemática tuvo lugar, según fuentes consultadas por este diario, hace aproximadamente un mes. En los calabozos de la sede del Instituto Armado, situados en los sótanos de la comandancia, se descubrieron roedores bajo el colchón de una de las celdas, obligando al inmediato desalojo de la zona.
Las fuentes consultadas afirman desconocer el número de sospechosos que se hallaban en ese momento en los calabozos, si bien comentaron que suelen ocuparlas una media de cinco a seis detenidos diarios. Los días en que se produce alguna operación importante, esta cifra puede ascender hasta los 10 o 12, agregaron.
Además, en base a estas informaciones ha sido frecuente para los agentes encargados de trasladar a los detenidos a los calabozos el hallazgo de estos roedores deambulando a sus anchas por estas estancias.
Oficinas
Sin embargo, los calabozos no han sido las únicas dependencias afectadas por la plaga. Hace unas dos semanas, se tuvo conocimiento de la aparición de ratas en las oficinas de la Guardia Civil de Tráfico. A uno de los agentes se le llegó a subir un roedor por la pierna, relataban las fuentes consultadas.
De igual modo, las ratas han aparecido en el patio trasero de las instalaciones locales, así como en los bajos de las viviendas que están siendo objeto de reforma desde hace varios meses.
Según las informaciones recibidas, la posibilidad más plausible de la aparición de estos roedores sería, precisamente, la realización de estos trabajos. En concreto, que éstas podrían haber provocado que salieran a la luz algunos nidos que se encontraban bajo tierra. Igualmente, el hecho de que los desagües se encontrasen vacíos suena también como posible explicación del fenómeno.
En un primer momento se acometió la obra en los dos módulos más cercanos a la entrada de la comandancia, y estaba previsto comenzar con las reformas de las viviendas del módulo de oficiales en estas últimas semanas. A finales de julio, los ocupantes del ala derecha habían sido ya desalojados.
Las fuentes consultadas quisieron hacer hincapié en el problema de “salubridad e higiene” que supone la aparición de ratas, que además altera sustancialmente el desarrollo de la actividad de los agentes, algo de lo que quedó constancia con el desalojo de la sección de calabozos el día que aparecieron bajo los colchones.
La aparición de ratas en oficinas y calabozos de la Comandancia produjo de manera inmediata un buen número de consultas de los agentes hacia sus superiores en petición de soluciones. Las fuentes consultadas afirmaron no tener noticia de que se haya llevado a cabo una desratización total, con la utilización de raticidas, pero hay constancia de que se están llevado a cabo algunas actuaciones.
Entre ellas, la que se ha mostrado como más efectiva ha sido el llenado de los desagües, dado que el hecho de que estuviesen vacíos se apuntaba como posible causa de la plaga. Desde que se aplicó esta medida, parece haber disminuido considerablemente la presencia de ratas, indicaron estas fuentes, aunque no hay confirmación de que se haya atajado completamente el problema.
La primera solución que se aplicó fue la de colocar en los falsos techos del sótano trampas para atrapar a los roedores. Sin embargo, días después las ratas seguían apareciendo, y aumentaron las demandas de que se utilizasen raticidas.
Obras
Los trabajos de reforma que comenzaron a acometerse hace algunos meses en los dos primeros módulos de viviendas de tropa y personal continúan avanzando, según informaron fuentes del Instituto Armado. En las últimas fechas han comenzado a llegar los materiales para la instalación de la solería de las viviendas, y al parecer “se están rematando” las instalaciones eléctricas de las mismas.
En cuanto al módulo de oficiales y suboficiales, el ala derecha fue desalojada en junio, y en estos días se están acometiendo los trabajos iniciales.
Estas obras en los módulos tienen un plazo de ejecución de seis a nueve meses y en ellos se ha invertido la cantidad aproximada de cinco millones de euros, lo que la convierte en la inversión más ambiciosa en sedes de cuerpos y fuerzas de seguridad de la provincia. Los bloques afectados incluyen cuatro portales.
En ellos residen unas 64 familias. Parte de los desalojados están viviendo de alquiler, y otros están en casas de familiares. Asimismo, había unos módulos específicamente reservados durante la reciente remodelación del cuartel de La Línea. Al parecer, los trabajos incluyen cambios de solería, redistribución de materiales y mejora de instalaciones interiores.