La lluvia frustró la Noche de Jesús y, apenas 16 horas más tarde, precipitó el final de un Viernes Santo en el que procesionaron las cinco cofradías de la jornada, y en el que las cinco lograron hacer estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral, aunque no todas pudieran regresar a sus templos. Dos de ellas, La Exaltación y La Piedad, tendrán que hacerlo este próximo Domingo de Resurrección, desde Santo Domingo y la propia Catedral, respectivamente, donde se han guarecido de la lluvia, que hizo acto de presencia, como anticipaban las previsiones, poco antes de las once de la noche.
Hasta ese momento, todo discurría con la normalidad, la entrega y la emoción de cada Viernes Santo. La Exaltación partía desde Las Viñas poco antes de las cuatro de la tarde el Cristo de la Expiración lo hacía a las cinco y media desde San Francisco, templo de acogida del que ya no volverá a procesionar en 2019, tras su esperado regreso a la ermita de San Telmo -un detalle más, en su cortejo, un nutrido grupo de hermanos de La Yedra, invitados por la cofradía a participar en su estación de penitencia después de que no hubieran podido hacerlo la pasada madrugada-. La Hermandad de Loreto, desde San Pedro, La Soledad desde La Victoria y La Piedad desde El Calvario, se sumaban a continuación a las calles del centro en busca de la Carrera Oficial.
La tarde seguía su curso. Las nubes también. Hasta que todo se torció antes de las once de la noche con el primero de los chaparrones. A esa hora, todas las hermandades, a excepción de La Piedad, ya habían transitado por la Catedral, por lo que tuvieron que optar por el plan B. Loreto, próxima a su sede canónica, aceleró rumbo a San Pedro por calle Larga. Tras ella, la Hermandad de La Soledad, que trastocó su itinerario para acceder de forma más rápida a Porvera, mientras que la Hermandad del Cristo hizo lo propio a través de la Plaza del Arenal hasta San Francisco, anticipando su recogida en casi dos horas.
La Exaltación, muy lejos de casa, tuvo que refugiarse en Santo Domingo, desde donde activaron por redes sociales una llamada de aviso para los padres de los niños que acompañaban a la cofradía para que acudieran a recogerlos. La Piedad, por su parte, no se movió de la Catedral.
La jornada de Viernes Santo llegaba a su fin en torno a las doce y media de la noche con la entrada de Nuestra Señora de la Soledad en La Victoria, aunque para los hermanos de La Exaltación y La Piedad no lo hará hasta este Domingo de Ramos. Ambas en horario de tarde: a las cinco y media la primera y a las seis de la tarde la segunda, una vez se haya completado la salida procesional de Jesús Resucitado y la Virgen de la Luz, que tienen prevista la entrada en la Catedral a las cinco y media de la tarde -la salida está anunciada a las 12,30 horas del mediodía-.
