El buque Maersk Vermont, un contenedor de 181 metros de eslora por 32 de manga, quedó ayer tarde varado en el dique seco de los astilleros de Cernaval en San Roque, siendo el primer buque del mayor armador del mundo que elige estas instalaciones para su reparación.

Fuentes de la compañía estiman su estancia en dique en 14 días, ya que el Vermont trae una reparación completa, donde sobresalen importantes obras de acero y tubería, así como el removido de las tapas de escotillas.

Desde Cernaval se han recibido muy gratamente las declaraciones de Fernando Palma y Manuel Melero, alcalde y concejal de San Roque, sobre el anuncio del comienzo de entrada de los buques de Maersk en estos astilleros.

Cooperación
“Ambas instituciones debemos cooperar en la misma línea para hacer de Cernaval una referencia para el pueblo de San Roque y una fuente de empleo y servicio para sus ciudadanos”, señaló ayer tras la llegada del primer buque el jefe de ventas de la compañía, Pablo de Celis, quien añadió que “las relaciones con el Ayuntamiento de San Roque son excelentes, ambos somos conscientes del potencial de nuestro astillero y el bien que supone a la zona su crecimiento”.

Subrayó que contaban con su apoyo para prosperar y convertirse en un referente a nivel europeo.

Desde que Cernaval comenzara en este proyecto, la APBA ha mostrado su interés en el futuro del astillero y les ha mostrado su apoyo en todo momento.

“Obviamente, la noticia de la adjudicación de estas dos reparaciones con el mayor armador son de una gran satisfacción para todos los que estamos inmersos en este proyecto”, manifestó De Celis.

Concretamente la APBA ha ayudado con toda la pavimentación de las instalaciones así como con el alargamiento en 50 metros del muelle en el dique flotante.

“Estamos muy agradecidos a la cooperación que estamos recibiendo por todas las autoridades”, señaló ayer el astillero.

El próximo buque de Maersk en entrar en las instalaciones de Cernaval será el Maersk Maine, que llegará a la zona el 4 de noviembre. Para la reparación de dichos buques, se contratarán unas 60 personas. La carga de trabajo de aquí a fin de año es alta y ese grupo de personas, y quizás, algunos más podrán tener asegurado trabajo durante los próximos meses.

El plan del astillero es tener unas 500 personas trabajando en el plazo de 3 años junto con el desarrollo de obras en las infraestructuras del centro, las cuales les llevarán a una posición inmejorable con una carga de trabajo casi del 100 por 100.

Las posibilidades y el potencial de las instalaciones de Campamento, han sido decisivas para esta iniciativa empresarial con Maersk.