Jerez alcanzó en 2020 su mayor registro histórico de fallecidos en un año sin duda alguna marcado por la pandemia del Covid-19.
Según los datos a los que ha tenido acceso este medio, a lo largo del pasado ejercicio fallecieron en la ciudad 2.263 personas, 309 más que en 2019, lo que supone un incremento del 15,81 por ciento.
Esta circunstancia podría ser meramente casual, ya que en los últimos años se han observado incrementos y descensos en la cifra total de fallecidos, como demuestra el hecho de que en 2018 se contabilizaran 2.065 decesos.
Precisamente por eso es aconsejable echar mano de la serie histórica para de este modo tratar de determinar si el número de fallecidos es más elevado del que hubiera correspondido.
En el periodo comprendido entre 2010 y 2019 se produjo una media anual de 1.927 decesos, por tanto el incremento registrado en 2020 es del 17,43 por ciento.
En esa década se observa en cualquier caso un leve repunte en el número de fallecidos producto del envejecimiento de la población.
Así, entre 2010 y 2014 la media anual de decesos fue de 1.864; mientras que entre 2015 y 2019 se elevó a 1.988.
Como puede comprobarse, en ninguno de los casos se alcanza la cifra de los 2.263 fallecidos contabilizados este año pasado, lo que pone de manifiesto el efecto que ha tenido la pandemia en el conjunto de la población, ya sea por fallecimientos de personas que habían sido diagnosticadas de Covid (157) como por otros motivos, no debiéndose descartar que entre estas últimas se encuentren algunas que pudieran morir sin haber sido diagnosticadas.
68.000 muertos más de los esperados en España
El Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) recoge diariamente los datos de todos los registros civiles de España que se encuentran informatizados, que representan el 92 por ciento del conjunto de la población.
En base a la serie histórica en España debían haber fallecido este año pasado alrededor de 397.000 personas.
Sin embargo, esos datos que recaba puntualmente de los registros ha elevado a 465.000 la cifra total de muertos.
Eso significa que a lo largo de los doce meses del año habrían fallecido alrededor de 68.000 de las que cabría esperar.
Es evidente que ese anómalo incremento de la cifra de fallecidos responde a la singularidad de un ejercicio marcado por la irrupción del Covid-19 y sus efectos colaterales.
