Los nuevos límites de velocidad para vías urbanas y travesías que el Consejo de Ministros aprobó el pasado mes de noviembre entran en vigor este martes.
Por tanto, desde ahora el límite de velocidad en vías urbanas será de 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera; de 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación; y de 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación.
En la práctica, eso supondrá por ejemplo que en el eje viario de Corredera y Esteve que ha sido reciemente reurbanizado no se podrá circular a una velocidad superior a 20 km/h, al haberse constituido en forma de plataforma única.
Lo mismo ocurrirá en otras zonas del centro histórico que ya habían adoptado previamente por este modelo, al que van a sumarse además otros viales, tal y como se ha venido avanzando desde el Ayuntamiento.
Además, el hecho de que sólo se pueda alcanzar una velocidad máxima de 50 km/h en aquellas vías que dispongan de dos o más carriles por sentido de circulación implica que en la corona histórica de la ciudad no se puedan sobrepasar los 30 km/h, toda vez que la mayoría de calles dispone de un único sentido de circulación o, en su caso, de doble sentido pero con un único carril para cada uno de ellos.
Por tanto, los vehículos sólo podrán alcanzar los 50 km/h en las grandes avenidas, que sí disponen de esos dos o más carriles por sentido de circulación que exige la normativa aprobada en el Consejo de Ministros.
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), los motivos que le han llevado a implanta esta medida son, en primer lugar, la demanda de los ayuntamientos de disponer de un paraguas legal normativo y poder aplicar los 30 km/h en sus localidades.
En este sentido, la DGT argumenta que en el año 2019 los muertos en siniestros de tráfico en las ciudades se incrementaron un 6 por ciento, mientras que en las vías interurbanas cayeron en esta misma proporción.
Además, el 82 por ciento de los fallecidos en ciudades aquel año eran usuarios vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas.
El último atropello mortal que se produjo en Jerez ocurrió este pasado mes de febrero, cobrándose la vida de una mujer de 68 años que cruzaba por un paso de peatones en el entorno del complejo deportivo de Chapín.