María Eugenia es una madre de tres niños pequeños que ha pedido que se tramite un indulto de la pena de 28 meses de prisión que acarrea por un delito de robo cometido en 2006 y, aunque reconoce que "actuó mal", argumenta que vive desesperada ante la posibilidad de entrar en la cárcel porque supondría perder a sus hijos.
Los hechos ocurrieron hace seis años en Marbella (Málaga) cuando su expareja, a la que denunció por malos tratos, sustrajo tarjetas de crédito y acto seguido le obligó a realizar diversas compras bajo amenaza de arrebatarle a sus hijos si no lo hacía. María Eugenia asegura que accedió a las coacciones por temor y como consecuencia se le imputó un delito de estafa y falsedad de documentación como autora y le condenaron a una pena de 28 meses.
"Estoy reclamando que me concedan el indulto para no entrar en prisión; soy madre de tres niños y no quiero que mis hijos se queden sin su madre. No se sabe qué va pasar con ellos y estoy muy preocupada", ha manifestado en declaraciones a Europa Press Televisión.
Así ha confesado que "no duerme, no come", ante el temor de que en cualquier momento le comuniquen su inminente entrada en prisión. "Mis hijos me dicen lo que me quieren y me sirve para seguir adelante", ha apostillado.
Esta joven reconoce que se ha sentido muy identificada con Emilia Soria, la joven que consiguió evitar la cárcel recientemente mediante un indulto anunciado por el Ejecutivo que anulaba su condena de robo con una tarjeta de crédito sustraída.
María Eugenia, consciente de la importancia que tuvo la repercusión mediática en el caso, ha asegurado que está en contacto con Emilia y que ésta le está dando "mucha fuerza" para seguir adelante.
Aunque esta joven ha conseguido una orden de alejamiento de su expareja, ha afirmado que sigue viviendo "con temor" y ha justificado su actuación aludiendo al miedo que tenía de perder a sus hijos de cinco, seis y siete años. Sobre su condena de estafa y falsedad documental, que fue recurrida sin éxito, una jueza del Juzgado de lo Penal de Málaga rechazó la suspensión cautelar de la pena hasta que se resolviera la petición de indulto.
María Eugenia ha considerado injusto que su expareja haya sido condenada por la Justicia con la misma pena que ella porque, según defiende, él fue quien sustrajo las tarjetas de crédito y quien orquestó la operación.
Ha atribuido parte de la responsabilidad a que su defensa estaba a cargo del abogado que defendió al mismo tiempo al padre de sus hijos, algo que, a su juicio, le perjudicó hasta el punto de que con una buena defensa podría haber evitado esta condena.
RECOGIDA DE FIRMAS
Pese a la incertidumbre de la situación, María Eugenia ha indicado que no se ha quedado de brazos cruzados y ha puesto en marcha una recogida de firmas para conseguir que se estudie el indulto.
Así las cosas, María Eugenia ha señalado que siete años después ha logrado recomponer su vida; ahora tiene una vivienda digna, un trabajo con el que mantener a sus hijos y una situación favorable que perdería de tener que ingresar en prisión. Además, ha subrayado que está pagando íntegramente la indemnización que estipuló la jueza y una multa a plazos.
