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Audi SQ5 TDI: respuesta instantánea gracias a un compresor eléctrico

El sistema MHEV del nuevo Audi SQ5 TDI puede reducir el consumo de combustible en condiciones reales de circulación en hasta 0,7 l/100 km

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Un par máximo de 700 Nm y 255 kW (347 CV) de potencia. Como su exitoso predecesor de la primera generación, el nuevo Audi SQ5 TDI tiene, una vez más, un potente motor V6 bajo el capó. Un compresor eléctrico asegura que el par está disponible justo por encima del régimen de ralentí en este SUV deportivo. La tecnología Mild-Hybrid mejora aún más la eficiencia. El motor 3.0 V6 en el nuevo Audi SQ5 TDI combina una potencia sobresaliente e instantánea con una gran eficiencia. Con 255 kW (347 CV) y 700 Nm, su formidable cifra de par está disponible de forma continua en un margen muy amplio de régimen: de 2.500 a 3.100 rpm. El V6 diésel acelera a este SUV deportivo hasta los 100 km/h en 5,1 s, con una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h. En el ciclo NEDC el consumo combinado es de 6,6 – 6.8 l/100 km, lo que equivale a unas emisiones de 172 – 177 g/km de CO2. El nuevo Audi SQ5 TDI está certificado según la normativa de emisiones Euro 6d-temp. Para el nuevo SQ5 TDI, Audi ha refinado minuciosamente el concepto de funcionamiento del SQ7 TDI. El sistema eléctrico principal de 48 V incluye un compresor eléctrico (electric powered compressor, EPC) y un sistema Mild Hybrid (Mild Hybrid Electric Vehicle, MHV). La energía se almacena en una compacta batería de iones de litio con una capacidad de 10 Ah, situada bajo el piso del maletero. Un convertidor de corriente continua (CC/CC) conecta el sistema eléctrico convencional de 12 V.

El compresor eléctrico es un complemento ideal para el turbocompresor. Lo ayuda siempre que el flujo de escape proporcione una energía demasiado pequeña para mover la turbina, por ejemplo, al arrancar y al acelerar en una gama baja de régimen, hasta 1.650 rpm. Siempre que se necesite, hay disponible una gran cantidad de par inmediatamente y sin retraso de respuesta del turbo, al acelerar o en la salida de una curva. En condiciones de circulación cotidiana, la entrega de par instantánea y rápida que permite esta tecnología hace posible mantener el régimen del motor y el consumo en valores bajos. El compresor eléctrico está situado en el circuito de aire más adelante que el intercooler y cerca del motor. Si hay una demanda de carga grande mediante el acelerador, pero la presión del turbocompresor todavía es demasiado pequeña, entra en funcionamiento el EPC. Un compacto motor eléctrico con 7 kW de potencia acelera este compresor hasta 65.000 rpm en apenas 300 milisegundos, lo que genera una presión de 1,4 bar.

El sistema MHEV del nuevo Audi SQ5 TDI puede reducir el consumo de combustible en condiciones reales de circulación en hasta 0,7 l/100 km. Su elemento central es un alternador que hace las veces de motor de arranque, movido por una correa (belt alternator-starter, BAS) y conectado al cigüeñal. Durante la deceleración, puede recuperar hasta 12 kW de potencia. Esta energía eléctrica se almacena en la batería de iones de litio, desde donde se distribuye dinámicamente hacia los dispositivos que la consumen. Si el conductor deja de pisar el acelerador a una velocidad de entre 55 y 160 km/h, el nuevo Audi SQ5 TDI puede recuperar energía o avanzar en modo de marcha por inercia, bien con el motor desembragado al ralentí o bien apagado, hasta un máximo de 40 segundos. La aplicación de una de estas estrategias dependerá del ajuste seleccionado con el Audi drive select y de las condiciones de circulación. El BAS arranca de nuevo el motor tan pronto como el conductor pise el acelerador, de una forma significativamente más rápida y suave que un motor de arranque convencional. La tecnología MHEV permite que la función start/stop se produzca desde una velocidad de 22 km/h. Si el vehículo está equipado con el control de crucero adaptativo (ACC), el motor se pone en funcionamiento tan pronto como el coche precedente inicie la marcha, aunque el conductor del SQ5 TDI aún siga pisando el freno.


Audi ha evolucionado en numerosas áreas esta versión más potente del motor 3.0 V6 TDI. El cigüeñal, los pistones, las bielas y el control de la lubricación se han configurado especialmente para unas mayores exigencias. El sistema de control térmico es altamente versátil. El bloque y la culata tienen sus propios circuitos independientes, lo que hace posible que el aceite se caliente más rápidamente tras un arranque en frío. Según sea necesario, el flujo de refrigerante se dirige hacia el radiador de aceite, el EPC, el BAS y el turbocompresor. Este último, con turbina de geometría variable VGT, genera una presión máxima relativa de hasta 2,4 bar. Un actuador en el sistema de escape confiera al TDI su característico sonido.

De la transmisión de la potencia se encarga una caja tiptronic de ocho velocidades, que cambia de  forma rápida y suave. Sus marchas inferiores tienen relaciones cortas y deportivas, mientras que las superiores son largas para reducir el régimen del motor y el consumo. Unas nuevas soluciones
específicas permiten que esta caja tiptronic trabaje de forma efectiva junto con la tecnología MHEV. Si el SUV está en movimiento mientras el motor permanece al ralentí o está completamente apagado, un embrague en el centro de la caja de cambios se abre para interrumpir la transmisión de fuerza. Mientras el coche avanza por inercia, una bomba de aceite eléctrica hace posible que la caja tiptronic engrane una marcha para volver a impulsar al coche.

Como todas las versiones S de Audi, el nuevo Audi SQ5 TDI incorpora de serie tracción total permanente quattro. En condiciones de circulación normales, su diferencial central autoblocante distribuye el par entre los ejes delantero y trasero con una relación 40:60. Si se detecta un deslizamiento excesivo, dirige la mayor proporción de par hacia el eje con mejor tracción. Dependiendo de las condiciones, puede enviar hasta un máximo de un 70 por ciento de par hacia el eje delantero y hasta un máximo de un 85 por ciento al trasero. El control de par selectivo en las ruedas es una función inteligente de software que complementa a la tracción quattro; está activo en todo tipo de superficies. Durante una conducción rápida por carreteras viradas, frena mínimamente las ruedas interiores de la curva antes de que comiencen a deslizar. De esta manera se envía directamente la fuerza, a través del diferencial, a las ruedas con mejor tracción, y el SUV deportivo se inscribe aún más fácilmente en la curva. Su comportamiento autodireccional permanece neutro durante más tiempo y su trayectoria resulta más estable, precisa y ágil. Los clientes también pueden encargar el SQ5 TDI con un diferencial deportivo en el eje trasero. Distribuye activamente la potencia entre las ruedas traseras durante una conducción dinámica en carreteras de curvas. El diferencial deportivo literalmente fuerza al coche a trazar la curva, eliminando de raíz el subviraje. Envía más par a la rueda exterior cuando se acelera en curvas de radio reducido, lo que mejora la agilidad.

La sofisticada suspensión de cinco brazos utilizada en ambos ejes constituye la base de las cualidades deportivas del nuevo Audi SQ5 TDI. Audi también ofrece la dirección dinámica opcional, que utiliza un engranaje de transmisión de onda para variar la relación de la dirección, en función de la velocidad y el ángulo de dirección, dentro de un margen muy amplio. La suspensión con control de amortiguación es de serie en el nuevo SQ5 TDI. Reduce la altura de la carrocería 30 mm con relación al Q5 con suspensión estándar y ofrece un ajuste particularmente amplio entre confortable y dinámica. Junto con el diferencial deportivo, el motor, la dirección y la caja tiptronic, los amortiguadores están integrados en el sistema de conducción dinámica Audi drive select. Con este sistema, el conductor puede variar la respuesta de estos elementos a través de múltiples perfiles. Audi también ofrece
como opción la suspensión neumática adaptativa específica para la versión S. No solo adapta la amortiguación a cada condición de marcha, también el equilibrio de la carrocería. El nuevo Audi SQ5 TDI equipa de serie llantas de aluminio fundido de 20 pulgadas y neumáticos en formato 255/45. Como opción están disponibles las llantas de 21 pulgadas. También hay una gama de tres diseños diferentes de llantas de 21 pulgadas de Audi Sport GmbH. En el eje delantero las pinzas de freno de aluminio son de seis pistones, con unos discos de 375 mm de diámetro. Estas pinzas acabadas en color negro, u opcionalmente en rojo, portan el logo sport S.

Numerosos detalles exteriores subrayan el carácter deportivo del Audi SQ5 TDI. El llamativo paragolpes frontal tiene entradas de aire subrayadas con un fuerte contorno y en la parte trasera hay un difusor con rejilla de panal. La parrilla Singleframe tiene láminas dobles de aluminio y elementos de contraste en color gris mate. El logo S con rombos rojos está presente en numerosos lugares como un detalle destacado adicional. Los faros y las luces traseras del Audi SQ5 TDI tienen de serie tecnología LED; los intermitentes dinámicos delanteros y traseros envían señales inconfundibles. Las carcasas de los retrovisores exteriores y la fijación del difusor cuentan con un acabado deportivo en aluminio brillante. Las molduras en las puertas en el color de la carrocería son otros elementos que destacan la deportividad del Audi SQ5 TDI, para el que se reserva en exclusiva el color de carrocería negro pantera.

El interior de tono oscuro acoge al conductor y a los pasajeros con los umbrales de las puertas iluminados y con el logo S. Las costuras de contraste en el volante deportivo de cuero y en los asientos deportivos crean un ambiente elegante y dinámico. Los asientos deportivos S, tapizados en cuero y Alcantara, se pueden realzar con una tapicería en nappa fina con un patrón de rombos y función neumática de masaje. Son de serie los guarnecidos de aluminio pulido, con la opción de elementos de madera o los más exclusivos de carbono. Las levas de cambio en el volante tienen un acabado de aluminio, los pedales y el reposapié son de acero inoxidable. El asiento trasero plus opcional en el nuevo Audi SQ5 TDI está dividido en tres segmentos. Opcionalmente tiene ajuste longitudinal y del ángulo del respaldo. El maletero ofrece una capacidad básica de 550 l, que se puede incrementar hasta 1.550 l si se abaten los respaldos traseros.

El equipamiento de serie en Alemania incluye llantas de aluminio fundido de 20 pulgadas con diseño de estrella de cinco puntas, faros LED y suspensión específica S con control de amortiguación. También son parte del equipamiento estándar la caja de cambios tiptronic de ocho velocidades, la tracción total permanente quattro, los asientos deportivos de cuero/Alcantara y el volante multifunción de tres radios forrado en cuero. El nuevo Audi SQ5 3.0 TDI comenzará a llegar a los concesionarios en Alemania en verano de 2019, con un precio base de 67.750 euros.

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