El magistrado, que adoptó esta decisión a instancias del fiscal Vicente González Mota, acusa al matrimonio formado por José Camacho Elizondo y Miren Josune Balda Arruti de un delito de colaboración con ETA, que también imputa a Juan Mari Maizkurrena Urkizu y Euri Albizu Telleria.
Fuentes jurídicas informaron de que Balda y Maizkurrena fueron los dos únicos acusados que declararon ante el juez, los cuales reconocieron los hechos y añadieron que Moreno y el fiscal se desplazaaron hasta el centro hospitalario en el que Camacho está ingresado por una enfermedad que padece.
En concreto, el juez señala que Maizkurrena captó a Camacho en septiembre de 2008 para dar alojamiento y ocultar a miembros de ETA y subraya que desde mediados de verano de 2009 dio cobijo a Beobide Arza en su caserío de Hernani, llamado Oquendo Enea, hasta que éste se trasladó a la casa de Camacho y Balda en el mismo pueblo. Asimismo, destaca el auto, Maizkurrena alojó en su casa a finales de 2008 a los presuntos terroristas Iurgi Garitagoitia y Joane Larretxea, detenidos en Francia en julio y octubre del año pasado, respectivamente.
Por su parte, el consejero de Interior del Gobierno Vasco, Rodolfo Ares, dijo ayer que todos los datos de los que dispone apuntan a que ETA no se está preparando para abandonar la actividad terrorista, sino todo lo contrario.
Ares, en una comparecencia en la Comisión correspondiente del Parlamento Vasco para hablar del refuerzo de la operatividad de la Ertzaintza, se refirió a los planteamientos de determinados partidos que contemplan un distanciamiento de la denominada izquierda abertzale de ETA.
En la comisión, el parlamentario de Eusko Alkartasuna (EA), Jesús María Larrazabal, dijo que no compartía el análisis del consejero, porque “cierto cambio en determinado espectro político puede contribuir a una mayor normalización política” y que esto “desactive cualquier intento de intervención de ETA” que, recordó, lleva meses sin actividad.
El consejero de Interior insistió en que no comparte el análisis que realiza EA, porque “desgraciadamente todos los datos” de los que dispone apuntan a que “ETA no se está preparando para dejar” la actividad terrorista, sino precisamente para mantenerla.
Ares añadió que una organización terrorista no se prepara para dejar su actividad “preparando un coche bomba en Portugal con trescientos kilos de explosivos” o cuando se detiene a un “miembro” armado con una pistola que se está encargando de “reconstruir” comandos en Vizcaya y Guipúzcoa.
Por esto, destacó que las distintas policías están en “máxima alerta para que ETA no consiga sus objetivos”.