Las pasadas elecciones autonómicas del 22 de mayo han trasladado el poder territorial del PSOE al Senado.
Las pasadas elecciones autonómicas del 22 de mayo han trasladado el poder territorial del PSOE al Senado, donde hasta seis barones socialistas ocuparán un escaño, mientras que el PP, vencedor de los comicios y que refuerza su mayoría en la Cámara Alta, pierde sin embargo a tres dirigentes autonómicos.
Se trata, precisamente, de los nuevos presidentes de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal; Extremadura, José Antonio Monago, y del presidente del PP asturiano, Ovidio Sánchez, cuyo escaño ocupará ahora el senador del Foro por Asturias (FAC), Isidro Martínez Oblanca.
La constitución de los nuevos parlamentos autonómicos ha supuesto la renovación de 33 escaños del Senado y ha reforzado en dos la mayoría del PP en la Cámara: el grupo gana un senador por Madrid, otro por Murcia y un tercero por Cantabria, pero pierde uno por Asturias, que pasa a ser del FAC.
El PSOE, por contra, pierde tres senadores, con lo que la relación de fuerzas en el Senado queda así: De los 262 escaños de la Cámara, 124 pertenecen ahora al PP, 104 al PSOE, 15 a la Entesa, ocho a CiU, cinco al grupo de Senadores Nacionalistas, y seis al Mixto.
La bancada socialista pierde tres senadores pero gana peso territorial, pues seis de sus secretarios generales en otras tantas autonomías ocuparán un escaño en la Cámara Alta. Son Marcelino Iglesias , Tomás Gómez, José María Barreda, Óscar López, Francesc Antich , y Javier Fernández.