Los gobiernos de Afganistán y Estados Unidos están celebrando conversaciones secretas con el objetivo de finalizar la firma del Acuerdo Bilateral de Seguridad (ABS), el pacto que ampara la continuidad de las fuerzas estadounidenses en el país centroasiático, según fuentes gubernamentales afganas.
En base a las informaciones facilitadas por estas fuentes al diario afgano 'Khaama Press', ambas partes han logrado avances en varios asuntos, lo que, en principio, allanaría el camino para la ratificación del pacto, aplazada por el presidente, Hamid Karzai.
El mandatario quiere que Estados Unidos se comprometa a no realizar ninguna operación militar en viviendas de civiles y a impulsar de forma honesta el proceso de paz con los talibán como paso previo a la firma del acuerdo.
En respuesta, el Gobierno estadounidense ha anunciado que estudiará poner en práctica la denominada 'opción cero' en Afganistán, es decir, el repliegue de todas sus tropas después de 2014.
Este mismo domingo, el Senado afgano ha advertido del impacto negativo del aplazamiento de la firma sobre la economía y las inversiones en el país, así como en la moral de las fuerzas de seguridad afganas.
Por su parte, el presidente de la cámara, Fazal Hadi Muslimyar, ha solicitado a Karzai que respete la decisión de la Loya Jirga --asamblea que reúne a los notables y a los líderes locales afganos--, que aprobó la firma de dicho pacto.
Este desacuerdo entre los Gobiernos afgano y estadounidense refuerza las dudas sobre si las tropas estadounidenses y de la OTAN se mantendrán después de que concluya el próximo año en Afganistán, que se enfrenta a una insurgencia aún potente organizada por los milicianos talibán y aún está entrenando a su propio Ejército.
Las tropas estadounidenses han estado en Afganistán desde que lideraron a las fuerzas multinacionales en el derrocamiento del régimen talibán a finales del 2001. Hace poco más de dos años, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, suspendió unas negociaciones con Irak sobre mantener una fuerza estadounidense residual en ese país. En octubre de 2011, cuando anunció esa decisión, había más de 40.000 militares de su país en Irak. Para finales de ese año, todos se habían retirado.
En Afganistán, todavía hay 47.000 militares estadounidenses. Estados Unidos ha estado en conversaciones con funcionarios afganos para mantener una pequeña fuerza residual de alrededor de 8.000 militares en el país después de que termine sus operaciones el próximo año.