La única alternativa a un estado palestino independiente es un estado israelí con apartheid hacia los ciudadanos árabes, advirtió en una entrevista exclusiva con Efe el primer ministro palestino, Rami Hamdala, después de que Donald Trump dijese que no insistirá en la solución de dos estados.
Aunque "el presidente (de EEUU) Trump habló de dos opciones: dos estados o un estado (...)", para el jefe del Gobierno palestino la solución de un estado no es viable porque Israel no ofrece un país igualitario donde toda la población, palestina e israelí, tenga los mismos derechos y libertades.
"Si Israel elige un estado y está preparado para uno solo con dos naciones y los mismos derechos, creo que los líderes palestinos estarían felices en considerarlo. Pero no es lo que (el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu) quiere. Lo que intenta es un estado con dos sistemas", señaló Hamdala desde la sede del gobierno palestino en Ramala.
Por ello, entiende que si no se apuesta por establecer una Palestina independiente, lo que ocurrirá es que ambas poblaciones compartirán el mismo estado pero "con dos sistemas distintos", lo que considera "un apartheid" y algo que "nadie desea, ni siquiera algunos israelíes".
"Palestina está preparada. Estamos convencidos de que la comunidad internacional nos reconocería como entidad independiente y viable con las fronteras de 1967 y Jerusalén oriental como capital", aseguró.
Hamdala recordó que la comunidad internacional "ha invertido billones de dólares para hacer posible los dos estados" y que en los últimos años se han puesto en marcha las instituciones palestinas necesarias para alumbrar un gobierno.
"La ONU dijo en 2012 que los palestinos estaban listos para establecer el estado y lo reiteró en 2014", recordó.
El primer ministro estimó que la posición política estadounidense en este asunto "aún no está clara" y destacó que, si bien Trump se abrió a otras opciones para solucionar el conflicto en su rueda de prensa en la Casa Blanca con Netanyahu, también su representante en la ONU reiteró al día siguiente su apoyo a la solución de dos estados.
"Todas las administraciones (estadounidenses) desde Bush hasta Obama han apoyado esa solución y esperamos que Trump también lo haga. Es lo único viable en el conflicto entre nosotros e Israel", afirmó.
Hamdala admitió que Palestina necesita mejorar su economía, pero culpó de la falta de posibilidades a la ocupación israelí.
"Una economía solida necesita un entorno político. Los inversores se niegan a invertir en un contexto así, con una ocupación en el terreno que controla la mayoría de nuestras áreas. Un 64 % de los recursos de Cisjordania están bajo control militar completo israelí. Tenemos agua, minerales, petróleo, gas, pero no podemos invertir en ello", lamentó.
Si no se eliminan las restricciones israelíes, especialmente las de movimiento y las que separan Cisjordania de Gaza, será imposible atraer la inversión, incluso la interna, advirtió.
Pero la división entre Cisjordania y Gaza no es culpa solo del bloqueo israelí a esta última, sino también del feudo político entre el movimiento islamista Hamás, que la controla, y el nacionalista Al Fatah, que gobierna en Cisjordania.
"La división es un problema, un gran reto. Nuestro liderazgo ha intentado todo el tiempo la reconciliación. El presidente (Mahmud) Abás ha ofrecido recientemente un gobierno de unidad en el que Hamás pueda participar y que, una vez esté en marcha cinco o seis meses, vayamos a elecciones generales y quien gane gobierne el país. Pero Hamás es terco y no quiere elecciones ni reconciliación", señaló.
La división también daña las posibilidades de lograr un acuerdo de paz con Israel y, en su opinión, "es usada como pretexto por Netayahu frente a la comunidad internacional".
"Debemos tener elecciones. Pero por el momento Hamás no nos permite convocarlas en Gaza. Si esto continúa, deberíamos celebrarlas en Cisjordania", añadió.
Hamdala reiteró la necesidad de que la comunidad internacional dé "urgentemente" protección a los palestinos contra los crímenes de la ocupación, entre los que señaló "asesinatos, confiscación de tierras, expansión de los asentamientos y miles de arrestos".
Si bien evitó explicitar qué tipo de ayuda y si ésta incluye tropas internacionales, señaló que el envío de observadores "sería insuficiente".
También instó a los países europeos a reconocer oficialmente al Estado palestino, prohibir los productos de los asentamientos y a tomar el liderazgo en futuros procesos de paz.
Respecto a EEUU, rechazó el posible traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, prometido por Trump en campaña electoral.
"Es contrario a la legislación internacional. Jerusalén Este es una tierra ocupada, tierra palestina. Es algo que tiene que ser resuelto a través de negociaciones. Esperamos que no se traslade la embajada. Si se hiciese, no sólo incendiaría Palestina, sino toda la región", advirtió.
Palestina, concluyó "debería ser una puerta para la democracia en la región, para la coexistencia. Es por esto que es importante lograr un acuerdo pacífico".