En la sentencia, la Audiencia se basa en el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular y condena a Fernando Sánchez Medina a 64 años de cárcel por tres delitos de asesinato y uno de robo con violencia y a 46 años a su sobrino, también por tres delitos de asesinato y un intento de robo con violencia.
El crimen, que conmocionó a Castelldefels, ocurrió la mañana del 29 de noviembre de 2005, cuando Fernando Sánchez Medina y su sobrino entraron en la joyería con la intención de robar y de repente, por circunstancias que no se han podido aclarar, atacaron mortalmente con una navaja al matrimonio y al hijo que regentaban el local.
El fallo remarca que pese a que el autor material de las puñaladas fue Fernando Sánchez Medina, su sobrino también es condenado por asesinato porque estaba presente y aceptó, permitió y reforzó la actuación de su tío, al impedir que las víctimas salieran a pedir ayuda.
En la sentencia se considera probado que Fernando Sánchez, que había acudido en ocasiones anteriores a la joyería para instalar el aire acondicionado, acudió de nuevo al establecimiento porque el propietario le había llamado para que reparara uno de los aparatos.
El condenado, que estaba de baja laboral, se puso de acuerdo con su sobrino para ir al local, con la intención de apoderarse de algún objeto de valor, aprovechándose de la confianza que los dueños habían depositado en él.
Sin que se haya podido establecer por qué motivo, en un momento dado, Fernando Sánchez empezó a agredir mortalmente al matrimonio y al hijo con un machete con una hoja de 15 centímetros, mientras su sobrino impedía su huida.