Tras la entrada en vigor del alto el fuego acordado el jueves por Rusia y Turquía en la provincia siria de Idlib para acabar con la escalada de hostilidades y prevenir el empeoramiento de la crisis humanitaria, una tensa calma prevalece en el último bastión rebelde de Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De acuerdo con el Observatorio, tras la entrada en vigor del alto el fuego la medianoche del jueves al viernes 6 de marzo, se registró "una calma tensa" en las zonas de desescalada en la provincia de Idlib.
De esta forma, la ONG, con sede en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores sobre el terreno, apuntó que tanto Rusia, aliada de Damasco, como Turquía, valedora de la oposición, están cumpliendo el alto el fuego.
Asimismo, el Observatorio dijo que tanto la aviación rusa como la de las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, han estado "ausentes" de las zonas en las que se ha pactado la desescalada de hostilidades.
Tras una reunión de seis horas en el Kremlin para pactar una reducción de las tensiones en Idlib, Rusia y Turquía acordaron un alto el fuego que supone el cese de todas las acciones militares a partir de la medianoche de este jueves, además de la creación de un corredor de seguridad a lo largo de la carretera M4, que une Alepo con Latakia y que se extenderá 6 kilómetros hacia el norte y otros 6 hacia el sur.
La ofensiva de Damasco para recuperar el último bastión rebelde del país ha provocado una oleada de desplazados de más de 900.000 personas desde el 1 de diciembre, de acuerdo con Naciones Unidas, en lo que ha calificado como "una de las peores crisis desde que comenzó la guerra" en el país árabe en 2011.