Dos juezas de la Corte Suprema de Afganistán murieron y su conductor resultó herido este domingo en Kabul, después de que 2 motociclistas dispararan a su coche
Dos juezas de la Corte Suprema de Afganistán murieron y su conductor resultó herido este domingo en Kabul, después de que dos motociclistas armados abrieran fuego contra su automóvil, en un nuevo ataque selectivo en el país, el segundo en esta semana.
“Dos juezas que trabajaban en la Corte Suprema fueron asesinadas hoy por la mañana y su conductor resultó herido en el incidente”, confirmó a Efe el portavoz del máximo tribunal del país, Ahmad Fahim Qaeem.
El incidente tuvo lugar hoy a las 8.30 horas (4.00 del domingo GMT) en la zona de Taimani, en el distrito policial número diez de la capital nacional, una hora en la que la mayoría de los funcionarios públicos se dirigen a sus oficinas, dijo a Efe el portavoz de la Policía de Kabul, Firdaws Faramarz.
Una fuente de las fuerzas de seguridad, que pidió el anonimato, indicó a Efe que el ataque fue perpetrado por dos motociclistas armados cuando las víctimas salían hacía su trabajo.
Al igual que otras instituciones del país, los órganos judiciales afganos han hecho especiales esfuerzos durante los últimos años por aumentar el número de empleadas y juezas dentro del poder judicial, extremadamente bajo en comparación al número de hombres.
Sin embargo, estos intentos apenas han mostrado resultado en Kabul, y en algunas grandes ciudades, mientras que la mayoría de los órganos judiciales en provincias menos desarrolladas y distritos remotos hasta ahora no tienen mujeres ocupando cargos de juezas ni empleadas.
El asesinato de las juezas se suma a una espiral de ataques selectivos sin precedentes contra periodistas, activistas, políticos o intelectuales en Afganistán, donde los tiroteos o las detonaciones de bombas se han convertido en una realidad casi diaria en el país.
Los atentados contra figuras de la sociedad aumentaron significativamente después de que, hace casi un año, los talibanes firmaron un acuerdo con Estados Unidos en el que se comprometía a reducir la violencia y los grandes ataques.
Aunque el Gobierno ha culpado directamente a los talibanes de los asesinatos, el grupo insurgente ha negado en repetidas ocasiones su participación y ha apuntado directamente a las fuerzas de seguridad afganas de llevarlos a cabo para difundir propaganda en su contra.
Los ataquen parecen estar tomando una nueva forma en las últimas semanas, cuando la mayoría de las víctimas han sido mujeres funcionarias del Estado, objetivos poco frecuentes en el último año de atentados.
En Afganistán, actualmente solo un 28 por ciento de los empleados públicos son mujeres.
Esta misma semana, al menos tres mujeres oficiales del Ejército fueron asesinadas a tiros y dos empleados más, incluida otra oficial, resultaron heridos por individuos armados desconocidos en la provincia de Balkh, en el norte del país.