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De políticos campechanos y bailones estamos bien. Ahora faltan políticos asequibles y preparados para evitar confusión personal y al personal...

  • Museo Arqueológico de Sevilla. -

De políticos campechanos y bailones estamos bien. Ahora faltan políticos asequibles y preparados para evitar confusión personal y al personal. Si los museos son responsabilidad de las comunidades, serán las comunidades quienes deban ocuparse de ellos, cada comunidad de los suyos. Pero ¿qué hacemos con los nacionales? Son aljibes que recogen obras de arte de todo el Estado para reconducirla a un punto, central, claro está. El señor Ministro defiende el mantenimiento de esas riquezas fuera de su entorno natural, centralizadas. El señor Ministro reconoce sin rubor que los museos incentivan el turismo, luego son fuentes de economía. El aljibe precede a la fuente. Así nos va. This is the Spain. Las obras de arte de Andalucía, miles, enriquecen a la Comunidad de Madrid. Pero como los museos, en teoría “no son madrileños” sino nacionales, su sostenimiento no corresponde a la Comunidad, sino al Estado. Es decir, en Román paladino: Madrid disfruta unos museos mantenidos por los demás en su contenido y en su sostenimiento. Ventajas de ser “capi”. Centralismo depredador, es más exacto.

No son “casos aislados”, aislados son los casos en que el Prado “cede” de forma temporal un cuadro a un Museo de otra Comunidad -por ejemplo, la Inmaculada de Schultz a la Fundación Focus- para que los andaluces puedan disfrutar lo que es suyo de forma y por tiempo limitado. Porque, ya lo dijo su director con deje de conquistador, “lo que entra en El Prado, no sale”.  El Prado no sólo tiene secuestrado el cuadro de Murillo. Tiene muchos más murillos y toda la etapa madura de Velázquez. Y cientos más de obras de arte “susllevadas” desde la “inculta” Andalucía, desvestida para revestir más que vestir a la por decreto “culta capi”. Porque sólo de una veintena de museos “nacionales”, según la web del Ministerio, dieciséis están concentrados en la Meseta. De estos, el Arqueológico acoge una amplia mayoría de objetos llevados desde Andalucía: solamente Osuna enriquece con más de dos mil al Museo madrileño.

La “capi”, por obra y gracia de la rapiña gubernamental, se beneficia así de la riqueza arqueológica y artística de Andalucía. Porque -reiteramos- como ha reconocido el Ministro de Cultura, la riqueza artística favorece a la economía, la riqueza monetaria, favorece a la economía de la ciudad dónde se exponen esas obras, pero no a los lugares a dónde pertenecen, de dónde forman parte. Como el soldado ibérico y los otros miles de objetos capitalizados en el Arqueológico son parte de Osuna, es de Baza la Dama de Baza o de Ronda el jabalí de ocho patas. La concentración en la “capi” de los museos considerados “nacionales” es una forma, una más, de enriquecer a una ciudad a costa de elementos detraídos a otros lugares, en este caso a Andalucía dónde ¡qué casualidad”, no hay ni un sólo Museo “Nacional”. Debe ser que Andalucía no está en España. A lo mejor el gobierno “de la Españas” la ve mejor en otro Continente. O en otra Galaxia. Igual que el Ministro, quien considera normal que la Iglesia se haya auto adjudicado varios miles de bienes, desde catedrales a plazas públicas, pasando por ermitas, iglesias y hasta casas de vecinos.

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