La Policía Nacional ha detenido en Granada a dos estafadores especializados en la comisión de fraudes a través de pasarelas de pago de telefonía móvil que se hacían pasar por empleados de entidades bancarias, de la Seguridad Social o la Agencia Tributaria para engañar a sus víctimas.
Se trata de una mujer de 26 años y un hombre de 32 que habrían defraudado unos 30.000 euros a más de un centenar de víctimas, según informa en un comunicado la Policía, que tuvo conocimiento de la estafa gracias a la colaboración ciudadana.
Los detenidos obtenían los números de teléfono de las víctimas a través de foros o portales de internet, llamaban simulando ser empleados de entidades bancarias, de la Seguridad Social o de la Agencia Tributaria, y les decían que iban a realizarles un pago pendiente, ya sea por una devolución de IRPF de Hacienda o por dividendos de sus ahorros.
Tras convencer y engañar a sus víctimas les indicaban el procedimiento a seguir, que consistía en descargar e instalar en sus dispositivos móviles alguna de las aplicaciones que funcionan como pasarelas de pago asociando el número de teléfono de dicho móvil a un número de cuenta bancaria.
A continuación, en vez de enviar una petición de ingreso a través de la plataforma de pago, con la cantidad que habían indicado por teléfono, enviaban una petición de cobro.
Sin embargo, dado que las víctimas ya habían sido advertidas de que iban a recibir un mensaje en sus terminales, y habían recibido indicaciones de que únicamente debían aceptar el pago, obviaban el contenido del mensaje que indicaba que esa cantidad iba a ser abonada a los autores de la petición, en lugar de recibida.
Los investigadores estiman que, al menos hasta mediados de abril de este año, cuando fueron detenidos los presuntos autores, el fraude asciende a unos 30.000 euros y afecta a un centenar de personas.
Pese a la detención, los investigadores siguen recibiendo correos electrónicos de víctimas que están sufriendo este mismo modo de operar, lo que ha sido puesto en conocimiento del juzgado que investiga los hechos.
Los agentes continúan además haciendo gestiones para determinar si los autores están cometiendo el fraude con un método más depurado, ocultando sus identidades o haciendo uso de otras ficticias para que no resulte fácil llegar hasta ellos y colaborando con terceros que pueden estar haciendo de 'mulas'.
También han tenido conocimiento de que hay amigos de los detenidos que han empezado a cometer el fraude.