Noche grande de la Semana Santa alcalaína. Por fin una velada procesional sin sobresaltos en la que la luna de abril lucía esplendorosa sobre los cielos alcalaínos, permitiendo la salida, con todo su brillo, de la Muy Antigua Hermandad del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores, acompañada de la Hermandad del Señor del Ecce-Homo y Jesús en la Columna y la Hermandad de Penitencia de los Apóstoles y Discípulos de Jesús.
Como ya sucediera en la noche del martes, con la Esperanza, y en el día de ayer, con el Vía Crucis, se notaban las ganas de volver a ver en la calle estos pasos, cuyas hermandades se encuentran entre las más antiguas de nuestra localidad, siendo verdaderas señas de identidad de la misma.
Ya por la tarde, como manda la tradición, se llevaba a cabo el traslado de la Mesa de los Apóstoles y la Santa Cruz de los Discípulos, desde la casa de la hermana mayor (calle Antigua, 15), hasta la iglesia de las Angustias, celebrándose posteriormente la Cena del Señor.
A las nueve de la noche tenía lugar la salida desde Consolación, que ha discurrido por calle Real, Martínez Montañés, Miguel de Cervantes, Carrera de las Mercedes y regreso a su templo.
Los pasos del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores, han sido acompañados por la banda de tambores roncos del Señor de la Humildad y la Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús Nazareno “Los Turutas”, de Priego de Córdoba.