Todo el mandato lleva el Alcalde prometiendo un pliego de la plaza de toros, un pliego que se entendía como la solución final sobre la que debería ser la gestión de la plaza de toros. La realidad es que al igual que en el resto de las cuestiones de su mandato,
en la materia taurina sólo ha habido parcheo y decepción. Y este pliego, para cubrir esta temporada también lo es, por lo que
habrá que seguir esperando a ese gran pliego que de con la tecla de realizar inversiones en la plaza de toros a la par que mantener buenos espectáculos al la altura de lo que se espera de una plaza como la nuestra.
Hasta ahora, lo que hemos tenido por parte del equipo de gobierno ha sido mucho anuncio en prensa, propio de la única política que entiende Beardo, la del marketing, para llegados a este punto, y con la temporada encima, volver a poner un parche más, anunciando un pliego que sólo va a recoger la actual temporada, y “recortadita” respecto a lo que antiguamente se daba en El Puerto.
Cuentan, que
ni el actual concejal de la plaza de toros está conforme con el pliego que ha aprobado su alcalde, como tampoco lo estuvo Álvaro González, el anterior concejal con los manejos de Beardo en esta cuestión. Al más puro estilo Caraballo con los pliegos de las contratas, Beardo deja pasar los tiempos hasta agotarlos para que su defectuosa solución sea la única viable por falta de tiempo para poner en práctica otra mas adecuada. O se sacaba ya la licitación o nos quedamos sin toros en verano, así que “a tragar”.
En este equipo de gobierno
los concejales no pintan nada, esa es la verdad,
no tienen ninguna autonomía para decidir sobre las materias que tienen delegadas porque la delegación lo es sólo en el papel, lo que causa estrés y malestar en algunos concejales que estarían mas a gusto con otro alcalde mas efectivo. La realidad es que Beardo no está siendo precisamente un lince en la gestión de los asuntos municipales. Así, unos por otros, y la casa sin barrer.
En cuanto al pliego, Beardo presume de que el mismo es “buenisisimo” , pero si tan bueno fuese, no lo sacaría sólo para un año, sino que sería el pliego que permitiera que el empresario tuviera varios años asegurados de gestión para realizar inversiones muy necesarias en nuestra Plaza. En este pliego, para empezar, quien gana es el empresario, ya que cuando Beardo presume de que el canon es muy ajustado, en realidad presume de que prácticamente va a
regalar el uso de la plaza, lo mismo que regala el no pagar el IBI que si pagamos los demás a las arcas municipales. A cambio, tendrá seguro muchas entradas con las que hacer política y traer a los diputados del PP que le interesen, siempre del PP, para su campaña personal como ha hecho los años anteriores.