Quien no se divierte es porque no quiere. Con poner en la tele las noticias a mediodía, escuchar los informativos en la radio o leer la prensa digital se tiene para estar entretenido y divertirse, salvando las tristes noticias que vienen del este de Europa y del Oriente, donde la guerra sigue haciendo sus estragos. Pero si se quedan en este país, la verdad es que pocas cosas tienen desperdicio.
Pensé, en un principio, que todo el tema de Koldo y de Ávalos era una cortina de humo para desviar nuestra atención del Ministro del Interior… ¿recuerdan? Pero resulta que no: que el tema del que fue todopoderoso hombre de Sánchez en el Ministerio de Transportes y su asistente es más jugoso de lo que podíamos imaginar. Ávalos, que en aquellos primeros días dijo estar “estupefacto” y “no recuerdo hablar de nada sustancial [con Koldo en la marisquería]” ha provocado que la inmensa mayoría de sus compañeros de partidos miren hacia otro lado, incluso su amigo Santos Cerdán, que ha sido denunciado por el exministro al incluir datos personales en la resolución del PSOE que le apartaba de la militancia. Ahora nadie quiere a Ávalos, nadie avala su trayectoria ni lo que fue. Pasará el resto de sus días en el destierro del Grupo Mixto.
Lo de Koldo y el resto de la cuadrilla viene a ser similar a los casos ya vividos sobre todo en Andalucía. No solo a los famosos ERES, con aún muchas piezas judiciales pendientes cerrar, sino también si nos remontamos años atrás, al conocido caso Juan Guerra: un caballero situado en el lugar apropiado en el momento adecuado para hacer y deshacer a su antojo. Aquello costó la dimisión de todo un vicepresidente del Gobierno y esto va camino de hacer caer a toda una presidenta del Congreso. La diferencia entre ambos es la ética que mantuvo el primero (Alfonso Guerra) y la que no mantiene la señora Armengol. ¿Quién fiscalizaba en su administración balear las compras de este tipo?
A ello tendríamos que sumarle los asuntos relacionados con Air Europa o cómo el dinero venido de la Unión Europea se ha “mal empleado”. Veremos qué dicen desde Bruselas, pero mucho me temo que soliciten la devolución de las subvenciones por su mal uso.
Y para rematar los asuntos, “Barbie” Díaz sale por la tangente con el horario de los bares y restaurantes de nuestro país. Señora, ¿usted ha escuchado a las patronales? Quiere, como dijo Ayuso, que seamos aburridos y que a las 10 de la noche estemos todos en casa. Esta señora se ve que no ha venido a Andalucía en primavera o verano a comer caracoles en un velador, con lo bien que esto se nos da. Y como siempre, se rectifica: donde dije digo quise decir Diego. Aunque lo más jugoso de esta señora en los últimos días ha sido la lapidaria frase de “los españoles han votado y han votado bien…”. Sin palabras.
Sí, sigamos divirtiéndonos conociendo estas noticias, porque siempre es mejor sonreír que llorar.
Y de la amnistía, ya hablamos en otro momento.