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Huelva

La CHG descarta la vinculación del riego agrícola con el estado de las lagunas de Doñana

Su director se felicita por la imagen que presenta Santa Olalla tras las últimas lluvias, pues “se está recuperando”

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  • Laguna de Santa Olalla este martes. -

Las últimas lluvias están sentando muy bien a la provincia de Huelva y Doñana no es una excepción. De hecho, tras volver a saltar la voz de alarma días atrás, después de que la laguna de Santa Olalla se secara por tercer año consecutivo, cuando hasta la fecha era la una laguna permanente, tras las recientes precipitaciones presenta una imagen más positiva.

Era el propio presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, el que esta semana compartía vídeos y fotos del estado de la masa de agua, asegurando que Santa Olalla “se está recuperando”.

A través de su perfil en una red social, el director de la CHG explicaba que “según la Universidad Pablo de Olavide la laguna cuenta con unos 40 cm de profundidad. Tras 12 años hidrológicos secos o muy secos consecutivos y el aumento de la evapotranspiración, tras las lluvias de esta semana se va recuperando”. 

Una idea en la que ahondaba este miércoles durante su participación en el programa ‘Acento andaluz’ de 7 Televisión, donde explicaba que la CHG tiene un convenio con la Universidad Pablo Olavide de seguimiento y estudio de las lagunas de Doñana: “Hacemos un seguimiento exhaustivo. Creo que somos una fuente de conocimiento en cuanto al comportamiento de las lagunas y bueno, pese a lo que se pueda oír y leyendo el informe de la Unesco, lo fundamental para la conservación de las lagunas es el agua de escorrentía y las precipitaciones”. De ahí que se felicitara por las últimas lluvias.

De hecho, Páez aludía al informe de la Unesco para asegurar que no hay evidencia de una conexión entre la extracción de agua para cultivos de fresas y las lagunas, y casi nulo en relación al abastecimiento de Matalascañas.

“Es cierto que el abastecimiento de Matalascañas, que tan solo es de 3 hectómetros cúbicos y no se cumplen nunca los 3 hectómetros cúbicos, puede afectar a las lagunas más aledañas, en concreto la del Charco del Toro. Santa Olalla es una laguna lo suficientemente alejada, y la Unesco así lo dice, como para que repercuta el abastecimiento de Matalascañas o los cultivos de fresas”, apuntaba.

Ahondando en esta idea, Páez explicaba que “los cultivos de fresas se hacen en una parte del acuífero y las lagunas son un rebosadero del manto eólico. Lo que dice el informe de la Unesco es que hasta ahora no hay prueba evidente de que esas dos masas de agua estén conectadas, afortunadamente”. Es decir, que las lagunas están como están porque llevamos 13 años secos o muy secos en Doñana”, y  por eso “también muestran su recuperación cuando hay lluvias”.

 

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