Antonio Barrientos,
exalcalde socialista de Estepona, ha roto su silencio tras conocerse la sentencia del caso Astapa, que lo condena a cinco meses de inhabilitación para cargo público y al pago de una multa de 40.000 euros por un delito de cohecho pasivo. En una rueda de prensa cargada de emociones, Barrientos ha asegurado que mantendrá su lucha para demostrar su inocencia y ha recurrido el fallo.
"Fui un alcalde honesto, íntegro y decente, que pudo
meter la pata, pero jamás metí la mano", afirmó con rotundidad, destacando que su gestión generó 100 millones de euros adicionales para las arcas municipales y que su actuación siempre fue en defensa de lo público.
El exregidor ha
arremetido contra el proceso judicial, calificándolo de "infamia" y denunciando el sufrimiento que ha causado durante casi 18 años. "Ha habido suicidios, enfermedades y familias destrozadas por esta aberración", lamentó Barrientos, quien también criticó la actuación del denunciante y del fiscal.
Según afirmó, la sentencia desmiente las
acusaciones de corrupción urbanística al reconocer la "
escrupulosa legalidad" de los convenios firmados durante su mandato, subrayando que siempre se escogió la opción más favorable para el Ayuntamiento.
Barrientos también destacó su determinación de recurrir la sentencia, pese a los
consejos de quienes le instan a descansar y dejar atrás el caso. "Lo hago por la memoria de mi madre, por mi hijo y para que nadie pueda decirle que su padre tuvo una mancha en el traje", expresó.
También aseguró que, aunque respeta la decisión judicial, no está satisfecho con ella y que
necesita demostrar su total inocencia. "La sentencia me atribuye un cohecho pasivo que se limita a recibir un regalo; no por cometer una injusticia. Diecisiete años para esto es una verdadera atrocidad", afirmó con indignación.
Finalmente, el exalcalde
descartó cualquier posibilidad de volver a la política y anunció su regreso a su profesión como médico. Con la lectura del fallo el pasado 8 de noviembre, el caso Astapa cerró uno de los capítulos más largos y complejos de la lucha contra la corrupción urbanística en la Costa del Sol, dejando 31 absueltos y 15 condenados a penas menores, entre ellos Barrientos. Sin embargo, el exregidor insiste en que esta historia no termina aquí, y su lucha por limpiar su nombre continuará, según sus propias palabras, "hasta el final".