El traslado de los placeros al edificio del Mercado de Abastos comenzará a producirse en los próximos días con la idea de que el inmueble reabra sus puertas en el mes de febrero, tras la rehabilitación llevada a cabo.
Esas son las previsiones que baraja el equipo de Gobierno municipal y así lo ha confirmado el concejal de Obras, Infraestructuras y Medio Ambiente, Rafael Morales, quien ha avanzado que ya se está trabajando en el cambio. “Se tenía que haber producido antes, pero no se quiso hacer porque la época de Navidad no era la más adecuada para que los comerciantes de la plaza se trasladaran, por eso se decidió esperar y aguantar a más adelante para hacerlo”, explicó el edil, quien, no obstante, añadió que todo el proceso “va dentro de su tiempo”.
“Normalmente, las obras casi nunca suelen acabar a tiempo. Se sabe cuándo empiezan pero hay veces en las que no se puede determinar con exactitud cuándo terminan, puesto que siempre suelen aflorar inconvenientes con los que en algunas ocasiones no se contaba”, puso de manifiesto Morales, agregando que, muy posiblemente ese traslado de los placeros culminará en las dos últimas semanas del mes de enero “si no salen nuevos inconvenientes, porque cuando menos esperas a lo mejor te piden un requisito o una documentación imprescindible que retrasa los plazos”.
Las obras del Mercado de Abastos tuvieron que ser reformuladas para incluir el proyecto de remodelación de la cubierta del edificio ante el deteriorado estado que presentaba. De esta forma, se han venido acometiendo simultáneamente desde finales de 2023 y hasta finales del pasado año 2024 dos actuaciones, una financiada por fondos de la Unión Europea, que abarcaba la zona del gastromercado, y otra centrada en la cubierta, esta última con el objetivo de reforzarla con madera laminada y válida para incorporar energías renovables en el futuro.
Ante la dilación de las obras, el Ayuntamiento habilitó un local en la calle Cruz del Estudiante para que los placeros pudieran continuar con su actividad allí, estando previsto que regresen a su emplazamiento habitual en las próximas semanas, por lo que todo apunta a que en febrero el remozado inmueble retome su actividad habitual con los comerciantes en sus renovados emplazamientos, y con las nuevas dependencias ya habilitadas para la actividad de gastromercado y usos de índole cultural.
Cabe señalar también que hace unos meses el alcalde, Sergio Velasco, aseguró que los retrasos no afectarían a las ayudas recibidas, ya que los plazos se habían ajustado en consecuencia, admitiendo que esta es una cuestión común en proyectos financiados con fondos de la Unión Europea. Además, Velasco adelantó que desde el Ayuntamiento se estaba trabajando en la redacción de un nuevo reglamento para el funcionamiento del mercado, que sería sometido a votación antes de la conclusión de las obras, y que abordaría tanto el funcionamiento tradicional del mercado como los nuevos usos relacionados con la hostelería.
