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El cielo vuelve a traicionar a La Sentencia

Pérez Cubillas se queda de nuevo con las ganas de debutar, mientras La Lanzada, Estudiantes y Pasión salieron una hora más tarde

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  • Jesús de la Sentencia cubierto -
Otro chasco para La Sentencia. Si el año pasado la lluvia impidió que la cofradía de Pérez Cubillas debutara en la Semana Santa onubense, ayer la historia se repitió. Y lo intentaron todo. La junta de gobierno de la hermandad, encabezada por su hermano mayor, Cipriano Vázquez, pidió la hora de moratoria cuando poco antes de las 15.15 horas, la lluvia hizo acto de presencia. Todo indicaba que era tiempo más que suficiente. Pero no lo fue. Y no fue por falta de ganas. Como desafiando a la inescrutable naturaleza, a las 16.15 horas, la parroquia de San Francisco de Asís abrió sus puertas. Minutos después, con lluvia leve pero incesante, echó a andar. Paciente, el paso de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia en su Presentación al Pueblo, esperaba una tregua que no llegó. Hasta con un capote de agua cubrieron al Cristo, que salió a la calle, saludó a su barrio y se vio inexcusablemente obligado a regresar, recibir los rezos de sus fieles, y esperar a que el año que viene, por fin, Pérez Cubillas pueda lucir su sentir cofrade por las calles de Huelva.

Los Estudiantes
La Hermandad de los Estudiantes tenía prevista su salida a las 17.50 horas, pero se acogió a la hora de moratoria, y, pese a un cielo que nunca se acabó de despejar, inició su Estación de Penitencia. Con gran expectación en los alrededores de la Parroquia de San Sebastián, el majestuoso, solemne, sobrio y yacente Cristo de la Sangre avanzaba precedido con música de capilla y el respetuoso silencio del público en forma de místico rumor. Tras él, la Virgen del Valle, dolorosa, ensimismada, sufriente... La Banda Municipal de la Música de Valverde del Camino. Estudiantes estaba en la calle. Devoción y riesgo, según se mire. Pero les salió bien. Porque la tarde empezó a abrirse, y Estudiantes lució, otro año más, en su Estación de Penitencia desde San Sebastián hacia la Iglesia de La Concepción.

La Lanzada
Aunque el cielo no prometía buenos augurios, la hermandad de La Lanzada volvió a tirar de valentía, como el año pasado, y decidió salir para realizar su estación de penitencia. Tras la hora de moratoria solicitada al Consejo de Hermandades, y a pesar del chispeo constante a las puertas de la sede de la hermandad, en las traseras de la Parroquia, el hermano mayor, José Cano, anunciaba la valiente decisión. Era su último año y no quería quedarse con la pena de no ver salir a su hermandad. Mientras, en la calle, Las Colonias hervía de emoción.

Pasadas las 19.00 horas hacía su aparición el Cristo de la Sagrada Lanzada. Un leve chispeo hizo temer los peores augurios, pero la lluvia no hizo más acto de presencia durante toda la jornada cofrade. La Virgen de Los Dolores hizo su aparición media hora después, para el regocijo de su barrio, que recibió a la imagen al grito de “Viva la Virgen de las Colonias”.

El paso del cristo, obra de Joaquín Moreno,representa el momento de la lanzada propiciada por Longinos de Jesús. El misterio se contempla con las imágenes de la Virgen del Patrocinio, San Juan Evangelista y María Magdalena. Por su parte, la Virgen de los Dolores, de 1966, es obra del imaginero zalameño Manuel Domínguez. Tanto esta imagen como la de la Virgen del Patrocinio estrenaban este año manto.

Pasión
De Las Colonias al corazón del centro onubense, la Plaza de San Pedro, que también tiró de hora de moratoria para decidir salir a la calle. El pronóstico meteorológico acompañaba a esta hermandad, y las ganas más aún.
El entorno de San Pedro era un auténtico hervidero de personas, que desde las 19.30, hora inicial de la salida, esperaban para ver al Señor de la Pasión.

A las 20.30 horas exactas se abría el pórtico de San Pedro y hacía su aparición la cruz de guía. Diez minutos después irrumpía en la calle Nuestro Padre Jesús de la Pasión, el Señor de San Pedro, con su túnica morada, bajo el aplauso de los presentes y acompañado por la Agrupación Musical Virgen de los Reyes de Sevilla, que este año estrenó una marcha dedicada a Jesús de la Pasión.

Treinta y cinco minutos después, sobre las 21.15 horas, asomaba la Virgen del Refugio. Todavía en el interior de San Pedro, una de las levantás fue dedicada a los pequeños Ruth y José, “para que ningún niño falte de su casa”.

La salida de la Virgen del Refugio completó un Martes Santo marcado por la amenaza de lluvia y por la mala suerte de la Hermandad de la Sentencia, que tendrá que esperar otro año para poder transcurrir por la Carrera Oficial. El Martes Santo volvió a ser de tres hermandades, como era hace no tanto. De Las Colonias a San Sebastián, finalizando en San Pedro.

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