Con pequeños relatos y un discurso atrevido e irónico, pero en el que no propone alternativas, Baños analiza en su ensayo, calificado por él mismo de “libelo”, el papel que ha jugado la economía en la vida de las personas en los últimos siglos e intenta “desmontarlo” y desvelar sus aspectos más absurdos.
Baños consideró que las leyes de la economía no existen, pues se tratan de una “construcción intelectual aplicada políticamente que quiere reafirmar un sistema de dominación establecido”, como el capitalismo actualmente o el sistema feudal en el pasado.
El periodista asegura que la actividad económica ha existido desde los inicios de la humanidad y lo sigue haciendo hasta el momento, y subraya que ésta puede funcionar “perfectamente” sin las leyes de la economía.