La pista de Porriño es una de esas canchas malditas que tiene el Adesal en su particular historia en la División de Honor Femenina. El equipo de Rafael Moreno acudía con la intención de romper esa tradición y lo hacía con los avales de sus últimas actuaciones ligueras. Sin embargo, no tuvo la tarde pletórica que se le esperaba y se quedó sin dos puntos a precio de oro de cara a la fase por eludir el descenso a la que también está invitado el conjunto gallego.
Al Adesal le costó entrar en la dinámica de partido. En los primeros minutos, el equipo de Rafael Moreno acusó la tensión del envite y eso posibilitó que el Porriño llevara siempre la delantera. Inés Hernández, sin miramientos a su pasado, fue la encargada de inaugurar el marcador y marcar territorio. Poco a poco, el Adesal se fue metiendo en el partido. Y eso que tuvo algunos contratiempos. Especialmente, en la forma de aplicar decisiones arbitrales en función a la portería en la que se organizaba el ataque. Por suerte para la escuadra fuensantina, Gleinys Reyes estaba especialmente inspirada y Alba González también aportaba lo suyo.
Prueba de esa reacción fue el gol de Armina Isic, que suponía el 6-7. Y poco después se fijó un esperanzador 8-10, que obligó al entrenador local a pedir tiempo muerto. A partir de ese momento, la historia del partido cambió. El Porriño retomó las ventajas y el Adesal se encontró con una gran (y permitida hasta los confines) defensa local. Así, el Porriño se fue escapando hasta poner el 15-11 con el que se llegó al descanso.
Y así se quedó el partido, puesto que ésa fue la diferencia al final de la contienda. Pero, para llegar al minuto 60 así, se vivieron dos fases muy diferenciadas. El Porriño cimentó ese triunfo en un buen arranque de la segunda mitad, cuando prolongó su idílico final del primer episodio para poner una ventaja de seis a su favor. Daba la sensación de que el partido acabaría antes de tiempo. Sin embargo, una pillería de Camila Bonazzola despertó a las fuensantinas, que echaron mano del recurso de vaciar la portería en sus ataques en estático para acercarse a una distancia de dos goles. Sin embargo, se quedaron atascadas ahí.
De hecho, el Porriño respondió y amplió la ventaja en el marcador obligando al Adesal a hacer un nuevo esfuerzo extra por cada balón. Y lo cierto es que consiguieron ponerse en la recta final con un esperanzador 22-20. Pero no más. De ahí que entrado en el último minuto el partido cambiara el escenario y jugaran por el average. En La Fuensanta, el Adesal ganó de cinco goles y el cuadro local trató de igualarlo con vistas a la segunda fase, puesto que sabe que el Adesal estará ahí hasta el último segundo y no es de fiar.