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Granada

Estrella Morente debuta como poetisa "despacito, cortito y flamenca"

Opina Estrella Morente que "escribir es vivir, es desnudarte y es sentir, porque a veces parece que si no escribes las cosas, no han existido"

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  • ESTRELLA MORENTE -

Opina Estrella Morente que "escribir es vivir, es desnudarte y es sentir, porque a veces parece que si no escribes las cosas, no han existido", y así lleva la cantaora desde niña anotando unos versos que, inspirados por San Juan de la Cruz, Luis García Montero o "Federico", ven ahora la luz... desde la modestia.

"Para mí es muy importante entrar por la puerta de atrás, despacito, cortito y flamenca, para contar lo que siento cuando canto. Quizás no son los poemas mejores, no sé si los tengo, pero no lo he hecho con ninguna otra ambición que expresar los sentimientos que una tiene después de leer y cantar a tantos como en mi casa se han cantado", explica en una charla con Efe.

Dándole la vuelta a aquel primer disco con el que agitó a la crítica, "Mi cante un poema" (2001), Morente (Las Gabias/Granada, 1980) ha querido titular este primer libro "Mis poemas y un cante", más que un debut como literata o poetisa, "una semillita" para llegar algún día a "escribir bien".

Porque si estos 38 poemas que integran la obra existen, añade, es porque en su familia siempre se ha dicho que "la literatura es la única capaz de contarte tus orígenes". "Y por eso no nos hemos inventado nunca ni un verso y los hemos cuidado mucho hasta hacerlos parte del flamenco", añade la hija de Enrique Morente.

"Mi padre, que ha interpretado hasta en latín, ha sido el que más ha cantado a los poetas. Para mí este poemario, desde la humildad, es como un viaje por todos esos pasajes que he vivido desde niña, desde los más antiguos y ancestrales, como los árabes, pasando por San Juan de la Cruz, Cavafis y gente que ha entrado en mi casa, como Javier Egea o Luis García Montero", cuenta.

Desde ese "respeto y admiración superior por los escritores", presentará el libro este sábado en Madrid, en el Taller de CTXT, coincidiendo con el que hubiese sido el cumpleaños del granadino más universal, Federico García Lorca, o "Federico", como se le nombra en su hogar, como si fuese "familia, un tío abuelo".

"Inconstantes como un río", sus reflexiones habían ido quedando plasmadas en cuadernillos u ordenadores, algunas incluso desde su adolescencia. "Dicen que en las primeras intenciones hay muchas cosas interesantes que luego se pierden, por eso algunos poemas muy antiguos, otros de momentos muy cruciales como perder a mi padre, a veces riman y a veces no", anticipa.

Con una tirada no venal de 77 ejemplares numerados, el libro cuenta además con otra sorpresa en su cubierta: un CD con el cante al que alude el título y que consiste en la grabación inédita "Soleá de la tortolica", sin más instrumentos que la voz de su padre, "sus suspiros, sus palmas y su respiración".

Entre sus páginas figuran asimismo ilustraciones que son obra de su madre, Aurora Carbonell. "Como nos tiramos todo el día haciendo cosas juntas, igual yo estoy escribiendo algo y ella me hace un dibujo al lado", cuenta. "¿A que me pega?, me suele decir".

Pero si hay alguien a quien dedica este nuevo paso artístico es a su abuela Rosario, que le llenó sus "cuentos de niña" de historias como bailarina de Marchena y amiga íntima de Lola Flores. "Ella es la poesía más hermosa de mi vida, como salida de un cuadro de arte, muy picassiana, muy de Frida Kahlo", destaca.

En su honor también realizó justo antes de la pandemia su última gira por el disco "Copla" (2019), pisando las tablas de lugares como el Kursaal de San Sebastián, el Teatro de la Maestranza de Sevilla o el Teatro Real de Madrid para cantar "Suspiros de España" con bata de cola. "Y no es fácil mover una bata de cola, por eso hay que exaltar a las bailaoras, que las mueven como palomas", apunta la cantaora.

Desde la calma, ella apuesta por seguir forjando trabajos "atemporales y de verdad". "Por que si las cosas no llevan verdad, ni fluyen ni perduran", subraya, antes de destacar el otro puntal de su obra: "Que vaya cargada de un mensaje constructivo para los demás".

"No me vale un tema bonito o un pelotazo de verano, sino que la cultura prevalezca", dice antes de asegurar que en su casa también suena reguetón. "Pero, sin menospreciar, el día que alguien de ese género, con ese ritmazo que tienen, salga cantando una letra buena...", suspira. 

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