Con el visto bueno unánime de los representantes de las 12 hermandades de penitencia y las 4 de gloria que hay en Ronda, así como con el voto del presidente en funciones de la propia Agrupación de Hermandades, Salvador Carrasco fue elegido la semana pasada nuevo presidente de las cofradías agrupadas de Ronda: “Ahora no voy a defraudarles, y contaré con todos para los proyectos que vayamos acometiendo”.
Se ha anunciado una Junta continuista…
—La idea de la candidatura nació en el seno de la Junta saliente, y mi compromiso estaba vinculado a quienes me apoyaron y desean continuar la línea de trabajo marcada estos últimos años. El deseo es que todas las hermandades tenga voz y voto en la Agrupación.
¿Potenciarán la unidad entre hermandades?
—Mantener unidas a las hermandades es necesario por el bien de la Semana Santa. De que estén unidas depende el futuro.
¿Seguirán en el camino de la caridad ante la crisis?
—Con la que está cayendo, la caridad debe ser uno de los grandes objetivos. Así que ahora hay que mantener y reforzar los objetivos ya alcanzados en este sentido. La Agrupación, sin duda, sigue preocupada por una cuestión tan cristiana como la caridad.
¿Cuál será su proyecto para la Carrera Oficial?
—Hay que potenciar y consolidar la configuración pensada por la anterior Junta, pero debemos seguir mejorando aspectos como el cierre de toda la carrera, con un sistema de cierres que permita una mayor intimidad durante el paso de las Hermandades, pensando por ejemplo en la calle Molino. Consolidar la carrera debería suponer cobrar el sitio.
¿El Santo Entierro Magno es un objetivo que sigue vigente?
—No está exento de dificultad poner en marcha un asunto tan trascendente. Pero la decisión la tendrán las hermandades. Lo plantearemos en el seno de la Agrupación y si las hermandades lo deciden, elevaremos la propuesta a la autoridad eclesiástica.
Tras anunciar su desencuentro el presidente saliente con el Obispado, ¿se han normalizado las relaciones?
—La relación está normalizada. Hemos estado en contacto en el proceso de presentación de la candidatura y nos reunimos con el delegado de Hermandades, quien además hizo una visita a Ronda para presidir el corpus chiquito. Esta situación confusa se ha cerrado, entiendo, de forma madura, sensata y elegante, y la elección de la nueva Junta ha puesto fin a la misma. Don Alonso Ros nos ha guiado por este camino, y al final hicimos un ejercicio de responsabilidad porque no podíamos dejar huérfana la Agrupación sin una candidatura que continuara el proyecto iniciado estos años. El proceso ha sido refrendado por los hermanos mayores y la autoridad eclesiástica, al final, ha mantenido su agradecimiento y visto bueno a lo ocurrido.
¿Han decidido ya su posición en torno a la gestión del Museo Cofrade?
—Las Hermandades deben marcar la pauta, porque ellas darán contenido al museo y deberán gestionarlo. Tras hablar con el delegado de Hermandades sobre el camino a seguir, no ha puesto ningún reparo. Existen voluntades tendentes a que sea una realidad, y ahora hay que aunar esas voluntades con las Hermandades para poder sacar del museo un provecho productivo.
