"Si todos fuésemos más solidarios, nos iría mucho mejor. Hay quienes tienen mucho más que yo, y todos debemos dar ejemplo". Antonio Jiménez, el conocido Desnu, resumía así este miércoles su concepto de solidaridad, evidenciada al ofrecer un nuevo gesto de cariño a una familia rondeña con necesidades.
Antonio, de 64 años, que cobra una pequeña prejubilación y tiene una vivienda social, ha vuelto a poner a disposición de una familia en apuros un pequeño local suyo, la que fuera la librería Desnu en el polígono. La protagonista de la historia se llama Carolina, que se ha encontrado con "un ángel" cuando temía quedarse en la calle por no poder hacer frente al alquiler del piso en el que vive junto a su pareja, en paro como ella, y sus dos hijos menores, uno de 2 años y otro de 10.
Su caso se conoció tras que su madre, Ángeles, acudiera al pleno celebrado este lunes en el Ayuntamiento. Aguardó el desarrollo de la sesión para pedir hablar al final de la misma, durante el tiempo de intervención de los ciudadanos; y denunció la situación de necesidad de su hija: "Tiene usted que arrimar más el hombro", llegó a decir a la alcaldesa, a quien sólo pudo comprometer a seguir estudiando su caso, cosa que hacen los Servicios Sociales desde hace algún tiempo. Antonio Desnu, sin embargo, se cruzó en su camino, y nada más terminar el pleno les dio la llave de su local: "Al principio hasta me asusté. Un gesto de generosidad así es casi increíble, más aún cuando resulta que alguien te está ofrenciendo una casa después de hablar en un pleno donde nadie se comprometió a nada con nosotros", afirmó la madre.
Ángeles, cuya intervención llamó la atención de los presentes al pleno, negó ante la prensa este miércoles ninguna filiación política: "Yo sólo le dije a la alcaldesa que me gustaría verla en la calle, enterándose de los problemas de la gente. Y se lo dije a ella porque ahora es quien tiene el poder en Ronda y quien cobra por solucionar nuestros problemas. Se lo hubiera dicho a cualquiera, porque yo no soy política. Yo soy una madre muy preocupada por la situación de mi hija, que podría verse en la calle con dos niños. Me vi obligada a denunciar su caso, y apareció Antonio, que noa ha hecho muy felices", declaró, para hacer un nuevo llamamiento a la propia sociedad y a los responsables públicos: "Lo que está ocurriendo es muy fuerte. Hay hambre y mucha necesidad en Ronda. Y hay que buscar soluciones para quienes no tienen donde agarrarse", terminó.
Resulta que esta madre, junto con la familia de la pareja de su hija, está manteniendo como puede a su hija y sus nietos; se declaró una trabajadora a quien, con mucho esfuerzo, ya le cuesta mantener su propia casa.
"Ojalá tengan que estar aquí por poco tiempo, porque eso significará que su situación ha cambiado y tienen trabajo o porque el Ayuntamiento o la Junta les han buscado otra solución mejor", dijo por su parte Antonio Desnu, quien animó "a todos los que lo pasan mal o tienen problemas a que no los hablen en corrillos o en los bares. Deben ir a los plenos y a los sitios donde hay que denunciar estas situaciones".
El local de Desnu tiene 50 metros y ya en su día fue cedido a otra familia con necesidades que lo abandonó al convertirse en beneficiaria de una vivienda social. Ahora Carolina y su pareja van a acometer algunas mejoras en el mismo y han comprometido para ello a la teniente de alcalde, Isabel Barriga, quien ayudará a adquirir algunos materiales de la obra: "Al Ayuntamiento no le cuesta adquirir algún material porque ellos ya tienen algunos y además son albañiles, y la familia podría ocuparse de los trabajos. Como nos consta que Antonio irá cediendo su local a quienes lo necesiten, entendemos que podemos ayudar en este caso", afirmó Barriga a RONDA SEMANAL.