Una fiesta que difícilmente encuentra comparativas. Los 101 KM, el evento en sí, ha vuelto a demostrar en su inicio que no es una prueba más. Espectáculo organizativo y de ambiente el que se ha vivido en la ciudad deportiva de Ronda dónde se ha dado la salida a las diferentes categorías. El número final de inscritos ha sido de 7.358 participantes que sufren y disfrutan a partes iguales del espectáculo de los 101.
Difícil imaginar que las sonrisas con las que amanecían muchos presagiaran el sufrimiento de 2.500 metros de desnivel y 101 km. El dolor hecho vitamina para continuar. Los corredores alegaban a la cabeza como su principal aliado. El calor y los pensamientos negativos, los principales inconvenientes.
Fueron los ciclistas a las 10:00 horas los primeros en tomar la salida. Un pelotón que durante veinte minutos buscó el avanzar por las calles de Ronda antes de pedalear por los carriles que la organización ha preparado una vez más. La evolución competitiva en la serpiente multicolor demostraba que la prueba es un evento especial. El ambiente, inmejorable.
El turno de los marchadores no fue menos singular. Una hora después, los primeros ponían rumbo a la plaza de toros de la Maestranza dónde se dieron una particular vuelta de honor. Las risas, las fotos... también eran síntoma de que el sufrimiento ya vendría pero ese no era el momento para pensarlo.
El acto inaugural se cerró con la salida de los más pequeños. 1.205 niños mostraron que el espíritu cientounero no es sólo cosa de mayores. Alentados por el público que aún aguantaba, salieron dirección la Alameda del Tajo dónde el joven Eduardo Herrera Atienza se imponía entre aplausos.
El inicio ya se ha establecio. Quedan menos de 24 horas para cumplir lo soñado. Los sufridores, los verdaderos, serán los que lleguen los últimos. Quizás con menos sonrisas que el inicio pero manteniendo el espíritu cientounero que les acompañará toda la prueba, la semana, el mes e incluso todo el año. Y es que Los 101 KM son más que una prueba.