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Ronda

Alpandeire mantiene tres dólmenes pertenecientes a la época megalítica

Según el maestro jubilado Gaspar Mena, “que el origen de la localidad de Alpandeire sea árabe no quiere decir que con anterioridad no hubiese otros pobladores".

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  • DÓLMENES -

     La Serranía de Ronda en general y el Valle del Genal en particular es un territorio habitado por seres humanos desde tiempo inmemorial, siendo muestra de ello los múltiples vestigios de antiguos asentamientos que aún se conservan en la zona. Un claro ejemplo puede observarse en el término municipal de Alpandeire, donde se mantienen tres dólmenes pertenecientes a la ancestral cultura megalítica.

     Según ha explicado el maestro jubilado Gaspar Mena, “que el origen de la localidad de Alpandeire sea árabe no quiere decir que con anterioridad no hubiese otros pobladores que habitaron en el entorno”, ya que se tiene constancia de la existencia de tres dólmenes que tienen una antigüedad de entre 3000 y 4000 años. Estos monumentos, cuya construcción está datada entre el periodo Neolítico y el Calcolítico, son el dolmen de Encinas Borrachas, situado a unos 50 metros de la carretera A-369 que conecta Ronda y Algeciras, el dolmen de Montero o de Fuente de la Piedra, ubicado a unos 200 metros de la vía y, algo más alejado, el dolmen de la Sepultura del Gigante.

     Mena ha recordado que un dolmen es una estructura de origen megalítico compuesta por varias piedras clavadas en la tierra verticalmente y formando un rectángulo, sobre las que se colocaban otras losas para cubrir la construcción. El maestro se ha mostrado sorprendido porque no encuentra un explicación lógica sobre cómo pudieron ser transportados hasta un punto concreto y hace miles de años bloques de piedra “tan grandes que ni entre 20 personas hubieran podido moverlos”. Estos monumentos tienen carácter de necrópolis, es decir, son lugares donde se procedía al enterramiento de las personas fallecidas. Existen dólmenes de corredor que cuentan con una especie de pasillo antes de entrar a la cámara donde se realizaban las sepulturas y dólmenes de galería, donde no se diferenciaban estancias. Estos últimos son los que se encuentran en el término municipal de Alpandeire.

     Como apunte anecdótico, Gaspar Mena ha explicado que en tiempos pasados los vecinos llamaron a uno de estos dólmenes la Sepultura del Gigante por la creencia de que un ser enorme había sido enterrado allí, ya que la estructura tiene varios metros de largo.

     Pese a que estos monumentos han sufrido expolios, en un estudio realizado en el dolmen de la Sepultura del Gigante se hallaron huesos humanos y distintos objetos que fueron enterrados junto a los difuntos tales como seis puntas de flecha, cuatro de sílex y dos de cristal de cuarzo, dos pequeños cuchillos de sílex y dos núcleos de cristal de cuarzo usados para extraer las puntas de flecha. De ello se intuye que los antiguos pobladores recibían sepultura junto a sus objetos más preciados.

     Por otro lado, el maestro ha invitado a visitar los dólmenes a todas aquellas personas interesadas, recordando siempre mantener cerradas las puertas de acceso al lugar donde se ubican las estructuras. Mena ha querido aconsejar la realización de una atractiva ruta senderista que, partiendo desde Ronda, discurre por el Tajo del Abanico y llega hasta Encinas Borrachas, pasando su recorrido junto a los tres dólmenes antes de llegar a Alpandeire.

     Para finalizar, Gaspar Mena ha añadido que en la zona donde se sitúa el dolmen de Montero también han aparecido vestigios de asentamientos de época romana, ya que se han encontrado multitud de tégulas (tejas romanas) y de piedras que podrían haber formado parte de distintas construcciones de una antigua villa. Además, por este mismo entorno discurre una vetusta calzada romana que unía la ciudad de Acinipo con la zona de la actual Algeciras. Todo ello da muestra de los constantes procesos de reocupación que han experimentado desde hace miles de años distintos puntos de Alpandeire, del Valle del Genal y de la Serranía de Ronda.

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