Alonso Ros Carrasco cumplió el pasado 29 de junio 89 años. Se describe como un "cura pilongo" porque pudo ejercer como párroco en la misma iglesia en la que fue bautizado, en la localidad serrana de Jimera de Líbar.
Sería muy difícil encontrar a alguien en la comarca que no conozco a Don Alonso. Atajate, la Estación de Gaucín, Cañete la Real o Serrato han sido algunos de los municipios donde ha ejercido como sacerdote.
Pero la ciudad de Ronda es especial, sobre todo San Cristóbal, donde ha vivido durante 40 años.
De hecho, a pesar de su elocuencia, no sabe describir con palabras lo que siente cuando se le pregunta por esta barriada: “Es el no más. Su gente, qué cariño; cuántos bautizos; cuántas bodas, defunciones, amigos; cuántos niños de primera comunión; cuántos movimientos parroquiales, como ese grupo de Cáritas…”
Aquí llegó en el año 1971, cuando la comunidad aún estaba en construcción. “Fue gracias al obispo Don Ángel Suquía, que estaba buscando un cura para la nueva parroquia”, explica. Una iglesia que comenzó con un espacio provisional en una quesería cedida por la Caja de Ahorros de Ronda. La pequeña capilla que se construyó entonces fue bendecida en el año 1974, siendo inaugurado el templo en 1978.
Don Alonso se encuentra muy agradecido con esta barriada, donde hay una calle con su nombre, por lo que ha decidido escribir un libro que recoja muchas de sus vivencias como párroco y en el que también se dé a conocer su historia. “Me encuentro totalmente satisfecho y me veo en la obligación de dar a conocer sus orígenes”, asegura.
Según ha explicado, el proyecto aún se encuentra en fase de investigación pues espera recopilar el mayor número de datos posible. Para ello cuenta con la ayuda del escritor Antonio Garrido. Y aunque aún no hay título oficial para la obra, sí tiene claro que el capítulo dedicado a San Cristóbal será “Una historia de amor”.
En el libro también se incluirán otros momentos e historias vinculados con su extensa carrera profesional pues además de párroco de San Cristóbal, Don Alonso también ha sido capellán de las Madres de Desamparados y San José de la Montaña en Ronda, profesor de Religión del patronato militar, consiliario de la Agrupación de Cofradías de la ciudad y representante de la zona de Ronda Ciudad en el Consejo de Presbiterio, entre otras tareas. En la actualidad, sigue siendo capellán de las Hermanitas de los Pobres de Ronda, y es sacerdote cooperador del Arzobispado Castrense.
Su intención es publicar el libro el próximo año, coincidiendo con el 50 aniversario de la Iglesia de San Cristóbal. Una celebración que estará cargada de actos y actividades que feligreses y vecinos de la barriada esperan poder celebrar si la situación sanitaria lo permite.
