No todo fueron caras sonrientes ayer con motivo de la inauguración del segundo puente. Incluso el alcalde, José María González, Kichi, para nada partidario de la infraestructura se le vio contento en el acto.
Una de las personalidades presentes, aparte de las autoridades, fue el presidente del grupo ACS, Florentino Pérez grupo al que pertenece Dragados, concesionaria de la obra. Como gesto simbólico acudieron operarios de Dragados (ataviados con mono y casco reglamentario), pero ni mucho menos representaban a todos los trabajadores, ya que Fomento no tuvo el detalle de invitar a ninguna de las subcontratas, las verdaderas artífices de que el segundo puente sobre la Bahía de Cádiz sea hoy una realidad. Fuentes de varias subcontratas consultadas por este medio expresan su gran malestar al ver que llega el día grande, el de la inauguración, y que no contaran con ellos.“Tras ocho años en los que nos hemos mamado todos los inconvenientes, en los que hemos sufrido paradas en la obra sin que nos dieran un duro y ahora, en un acontecimiento tan apetitoso, no cuentan con nosotros”, afirma un miembro de una subcontrata que prefiere permanecer en el anonimato.
“Duele que no nos hayan invitado a un acontecimiento de una obra que tanto hemos sentido en nuestras carnes”, señala esta fuente. “Han pagado con el dinero de los andaluces, de los españoles.
No han tenido la dignidad de contar con nosotros”, añade. “Allí estaba Florentino Pérez, que ha venido aquí una vez”, afirma este trabajador indignado. “Dragados no ha hecho nada. Sólo pusieron los mandos intermedios”, se queja esta fuente la cual que, según afirma amargamente, se le ha quedado “cara de tonto” con el acto de inauguración. “A los subcontratistas nos han dejado tirados”, apostilla.
Problemas de la obra
El transcurrir de los ocho años que ha durado la obra del nuevo acceso a Cádiz no ha estado exento de inconvenientes. Los trabajos comenzaron en pleno estallido de la crisis y el impacto negativo fue inevitable.
Tras incontables jornadas de trabajo, después de los parones sufridos por la obra, la incertidumbre, las inclemencias climáticas padecidas durante los millones de horas de faena, los trabajadores de las subcontratas esperaban que Fomento se acordara de ellos en este gran día. No fue así.