La ciudad vivió uno de los fines de semanas más concurridos de los que se recuerdan. La celebración de la carreras de caballos, cuyo útimo día de las pruebas de este primer ciclo fue el viernes, unido a la confección de las tradicionales alfombras de sal y a la procesión extraordinaria de la Virgen de la Caridad, atrajo el pasado fin de semana a miles de personas a Sanlúcar, que se han dejado ver estos por las terrazas de bares, restaurantes y cafeterías. En muchos establecimientos hosteleros fue imposible encontrar un sitio libre, sobre todo los lugares más céntricos de la ciudad.
Tras la numerosa presencia de ciudadanos en la playa en las carreras de caballos el viernes, se celebraron las tradicionales barbacoas en la playa, el único día al año en el que se permite esta actividad con motivo de las fiestas patronales. Mientras que antes del amanecer comenzaba el desalojo de la playa y su limpieza, muchas personas llegaban ya a la ciudad para ver las bellas alfombras de sal de los barrios Alto y Bajo, conocidas ya en toda España.
Pero sería a partir de la tarde, con la salida procesional de la Virgen de la Caridad, cuando se vio en las calles mayor afluencia de personas hasta la madrugada, cuando se recogió la procesión. La Calzada de la Duquesa, donde tuvo lugar el acto religioso principal, se llenó de ciudadanos como si un sábado de Feria se tratase, culminando un fin de semana grande para la ciudad desde el punto de vista turístico y social. Un fin de semana donde Sanlúcar aumentó claramente su población
