La espectacular Iglesia de San Luis de los Franceses, en pleno centro de la hispalense, ha acogido la presentación de la
II edición de la Bienal de Flamenco, este año, en la Provincia de Sevilla. Promovida por la Diputación, en la presentación han participado el presidente de la institución Javier Fernández, acompañado de
Pedro Chicharro, director del área de cultura de la Diputación y las
jóvenes artistas Marta Aguilar y Manuela Carrasco hija, protagonistas de la programación junto a grandes maestros ya consagrados como
María Terremoto, Antonio Reyes, Alba Espert, Juan Juanelo y Araceli Muñoz.
También han asistido el diputado provincial Casimiro Fernández y su Equipo del Área de Cultura y Ciudadanía; el alcalde de Mairena del Alcor, la alcaldesa de La Luisiana, concejales de La Puebla de Cazalla, de Cazalla de la Sierra, de Lebrija, de Villanueva del Ariscal y de la capital hispalense, toda vez que las
actuaciones se van a desarrollar entre noviembre y diciembre, en los siguientes municipios: Mairena del Alcor, jueves 23; La Puebla de Cazalla, sábado 25; Lebrija, martes 5 de diciembre; La Luisiana, viernes 15 de diciembre y Villanueva del Ariscal, sábado 16 de diciembre.
Esta iniciativa cultural parte de un convenio firmado en su día con la Bienal de Flamenco de Sevilla, que se ha ido concretando en diferentes actuaciones, entre ellas esta Bienal de Flamenco en la Provincia, que se realiza al año siguiente de la
Bienal de Flamenco de Sevilla.
Su característica fundamental es la combinación en la programación de
artistas consagrados y la promoción y el impulso a artistas jóvenes de la provincia o afincados entre nosotros.
En esta segunda edición, como novedad, se ha extendido el programa a más municipios y, además, participan más artistas que desarrollan más actuaciones.
En la presentación, el presidente de la Diputación ha destacado "la grandeza del patrimonio flamenco de la provincia. En un mundo muy cambiante, en el que estamos en permanente incorporación de una tecnología que nos va cambiando,
es importante ser guardianes de nuestra cultura, de nuestras raíces, de nuestro patrimonio, de nuestras costumbres. Si no somos nosotros quienes sirvamos de protectores de lo que significan las
raíces andaluzas, nadie va a venir de fuera a cuidarlo", ha enfatizado.
Para Fernández, defender el flamenco "forma parte de una de nuestras obligaciones desde el punto de vista individual, de cada uno de nosotros como persona, pero también forma parte de una gran obligación que las administraciones públicas tenemos que llevar hasta las últimas consecuencias".