El Martes Santo se queda incompleto al final de la tarde

Publicado: 26/03/2024
La imprevisión de los partes meteorológicos impide que las tres cofradías de la tarde realicen su estación de penitencia
El Martes Santo de Sevilla no ha podido ser pleno y aunque sólo había habido amagos de leves chubascos, la imprevisión de los partes meteorológicos, que auguraban probabilidad de lluvia de madrugada, han trucando las salidas procesionales de las tres últimas cofradías de la tarde, Los Estudiantes, Los Javieres y Santa Cruz, mientras el resto de la nómina del día , es decir, cinco cofradías, realizaban, a pesar del riesgo, su estación de penitencia, eso sí, mirando al cielo de forma permanente, con la espada de una mojada siempre presente.

La mañana se levantaba fría, con un viento gélido que surcada la ciudad, no sólo a primera hora, sino en varios momentos del día y en especial, ya por la tarde, cuando la noche había caído y el centro estaba, como ya hiciera el Lunes Santo, abarrotado de cofrades, repitiendo las escenas de bulla que se habían sucedido el día anterior, con algo menos de presión quizás, y siempre en las mismas zonas. Además, si en la jornada anterior los retrasos en carrera oficial habían sido mínimos, en esta jornada se iban acumulando y rondaba la media hora.

El Martes Santo volvía a estar muy condicionado por el anuncio de chubascos dispersos pero no minaba la fe de la mayoría de las cofradías, en un día en el que Dolores del Cerro volvía a ser la encargada de inaugurar una jornada en la que le esperaban más de catorce horas de estación de penitencia mirando al cielo y desafiando a las nubes intermitentes y al viento gélido que a veces presagiaba agua.

El barrio del Cerro del Águila volvía como cada Martes Santo a esperar la salida de su hermandad desde la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, un barrio volcado para ver salir al Santísimo Cristo del Desamparo, a Jesús de la Humildad y, sobre todo, a la titular, a María Santísima de los Dolores, que ha sido recibida en la calle con el estreno de una nueva marcha, “Dolores del Cerro Coronada”.

El discurrir de la Hermandad del Cerro, concretamente el del paso de la Virgen de los Dolores, se vio interrumpido en la calle Sierpes por una intervención preventiva de los Bomberos de Sevilla para comprobar una fachada, a la altura del número 23, de la que había avisado la Policía Local, restableciéndose a los pocos minutos tras retirar los materiales que pudieran desprenderse y sin que ninguna persona resultara herida. Los bomberos continuaban revisando las fachadas de la zona para comprobar su estado por seguridad, sin que se registraran nuevos incidentes.

Tras Dolores del Cerro y a pesar de algún pequeño chubasco disperso, la Hermandad de San Benito decidía comenzar su estación de penitencia desde Nervión y ya con Nuestra Señora de la Encarnación en la calle, el cielo estaba azul y limpio, por lo que marcaban el paso por Luis Montoto olvidando las previsiones meteorológicas que auguraban ya a media tarde alguna gota dispersa, confiando en que las rachas del fuerte viento arrastraran las nubes a descargar alejadas de la ciudad, como finalmente sucedía.

La Hermandad de La Candelaria seguía los pasos de San Benito desde la parroquia de San Nicolás, arropada en la Alfalfa por un numeroso público que a esas horas ya había llenado el centro, como ya ocurriera el Lunes Santo cuando la tarde abrió, augurando otra jornada de bulla en el centro, de idas y venidas para escoger el mejor rincón, la mejor esquina, la mejor intersección, para ver las cofradías.

Pocos segundos después era la parroquia de San Lorenzo la que abría sus puertas para que la Hermandad del Dulce Nombre comenzara su estación de penitencia. La Bofetá se incorporaba a la nómina del Martes Santo para dirigirse por Cardenal Spínola hacia la Gavidia y alcanzar la Carrera Oficial.

A su hora, la iglesia de San Esteban abría sus puertas para que su millar de nazarenos de azul celeste y crema comenzara su estación de penitencia acompañando a Jesús de la Salud y la Virgen de los Desamparados acrecentando aún más la nómina de cofradías en la calle.

Con cinco cofradías en la calle y a pesar de que en más de una ocasión se temió que descargaran las nubes que a veces cruzaban la ciudad, algo que no ocurrió, la jornada del Martes Santo parecía que iba a ser plena pero la hermandad que decidía no realizar la estación de penitencia ante la incertidumbre de los partes meteorológicos era la de los Estudiantes, cuyo Cristo de la Buena Muerte es una auténtica joya, obra de Juan de Mesa y datada en 1620. La cofradía decidía realizar un vía crucis y posteriormente abrir las puertas de la capilla en el Rectorado a los devotos, si así lo permitía el tiempo.

Algunos paraguas se habían abierto y algunas gotas se habían hecho notar cuando la Hermandad de los Javieres comunicaba que adoptaba la misma resolución que los Estudiantes y mantenía a sus titulares en la parroquia de Omnium Sanctorum, decidiendo además que no abriría las puertas de la iglesia en el resto de la jornada.

Y muy poco tiempo después, mensaje similar de Santa Cruz, la última cofradía en salir en estación de penitencia, confirmando así que la última parte del Martes Santo se veía truncada por unas previsiones de lluvia que, hasta esa hora, no habían sido tales. Todas regresarían a sus templos ya de madrugada, cuando la probabilidad de lluvia se elevaba al 70%, por lo que decidían no arriesgar a sus titulares, aunque las que permanecían en la calle tendrían la misma posibilidad en su vuelta a sus iglesias.

Traslado de las refugiadas del Domingo de Ramos

Antes de que comenzara oficialmente este Martes Santo, se ha llevado a cabo los traslados de regreso a sus templos de Jesús de la Victoria de la Hermandad de la Paz, de los tres pasos de La Cena y los dos de Jesús Despojado.

La Hermandad de la Paz ha sido la primera en realizarlo por la avenida de la Constitución, la avenida de Roma, la calle Palos de la Frontera, la avenida de Isabel la Católica, la glorieta Covadonga, la avenida de la Borbolla, Montevideo, Río de la Plata, San Salvador y la Parroquia San Sebastián.

Posteriormente iniciaba el traslado la Sagrada Cena, recorriendo la Plaza Virgen de los Reyes, la calle Cardenal Carlos Amigo Vallejo, la calle Alemanes y las calles Argote de Molina, Placentines, Francos, la Cuesta del Rosario, Ángel María Camacho, la Plaza de la Alfalfa, San Juan, Boteros Sales y Ferrer, la plaza Cristo de Burgos, la Plaza de San Pedro, Doña María Coronel, Gerona, Capataz Manuel Santiago, la Plaza de los Terceros, la calle Sol y la Iglesia de los Terceros.

En tercer lugar ha partido Jesús Despojado recorriendo la avenida de la Constitución, la calle García de Vinuesa, la Puerta del Arenal, la calle Castelar y Plaza Molviedro, hasta alcanzar la Iglesia del Mayor Dolor.

 

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