Juan Carretero Gil, el jornalero que quedó tetrapléjico hace doce años en Utrera (Sevilla) tras tener un accidente con unas mulas, ha fallecido a los 65 años sin haber tenido acceso a la indemnización de más de un millón de euros que un juzgado le reconoció, ha informado hoy su abogado, Fernando Osuna
El abogado ha lamentado que "el atasco judicial" que ha sufrido este caso, y que él ha denunciado reiteradamente ante diversas instituciones, haya terminado con la lucha judicial de Juan Cerretero Gil por recibir una indemnización.
Juan Carretero, vecino de Algodonales (Cádiz), quedó teatrapléjico hace doce años, cuando se dirigía con su coche a trabajar en la campaña de la fresa en un pueblo de Huelva.
Era de noche y no vio que varias mulas que se habían escapado de una finca andaban sueltas y habían invadido la carretera, en el término municipal de Utrera, lo que provocó el grave accidente que sufrió y que le dejó tetrapléjico.
El jornalero inició entonces una lucha judicial por lo penal que hace seis años llevó a que un juzgado de Utrera decretara la absolución de los propietarios de las mulas.
Tras esta sentencia recurrió a la demanda civil, en la que el juzgado de Primera Instancia número 3 de Utrera dictó sentencia hace dos años, condenando a los propietarios de las mulas a pagar una indemnización al jornalero de 800.000 euros, que, con los intereses, superaba en más de un millón la cantidad que, según el abogado, Juan Carretera debía recibir.
La sentencia, explica el letrado, explicaba que las mulas no estaban debidamente guardadas por sus dueños, propietarios de una finca próxima a la carretera en la que ocurrió el siniestro.
Durante los últimos años el abogado se ha quejado del "atasco" judicial que existe en Utrera y de cómo la tardanza en resolver este litigio estaba afectando a este tetrapléjico, casado y con tres hijos, que vivía la mayor parte del tiempo postrado en la cama.
Juan Carretero, que falleció el pasado domingo a consecuencia de un fallo multiorgánico, "malvivía en condiciones inhumanas, su vida fue un calvario por las circunstancias en las que se encontraba", explica el abogado que cuenta que no podía pagar los especiales cuidados que requería, por lo que tenía "el cuerpo lleno de llagas".
El jornalero pidió incluso una indemnización al Ministerio de Justicia por "el funcionamiento anormal" de la administración, dentro de una lucha que ahora, tras su muerte, continuarán su viuda y sus hijos, según ha anunciado el abogado.
