La Audiencia de Sevilla celebra desde mañana un juicio con jurado popular contra una heladera acusada de un homicidio contra un hombre de 62 años, que murió asfixiado y cuyo cuerpo fue encontrado en un congelador del establecimiento que regentaba la mujer.
El hombre, un jubilado de menor estatura que la mujer, recibió en enero de 2016 un golpe en la cabeza antes de morir estrangulado con un cable eléctrico que estaba en la heladería Otoño, del barrio de la Macarena, que la acusada regentaba desde hacía dos años.
La Policía localizó el cadáver en un congelador vertical después de que la mujer, María del Carmen Q.B., de 44 años, confesara el crimen el sábado 9 de enero de 2016 en la comisaría de Policía de Dos Hermanas (Sevilla), donde viven dos hermanos suyos.
La Fiscalía considera que estos hechos constituyen un homicidio y pide para la acusada ocho años y medio de prisión y una indemnización de 175.000 euros para los cinco hijos y la mujer del fallecido.
En sus conclusiones provisionales, la Fiscalía le aplica la atenuante de consumo de alcohol cuando cometió el crimen.
La Fiscalía afirma que el 8 de enero de 2016, la mujer coincidió en un bar de Sevilla capital con el fallecido, al que conocía de vista, y le pidió que le invitara a una copa.
"Apúrate que nos vamos a follar", le dijo la mujer a la víctima, tras lo cual ambos se fueron a la heladería, según afirma la Fiscalía antes de señalar que ambos estuvieron durante la noche consumiendo bebidas alcohólicas hasta que por la mañana del 9 de enero discutieron por motivos que no han quedado aclarados.
Durante la discusión, la mujer habría usado una figura tipo Buda para golpearle la cabeza y luego asfixiarle con un cable mientras que se sentaba encima del hombre hasta el punto de romperle varias costillas, tras lo cual lo introdujo en un congelador y tiró a un contenedor de basura una llaves, tarjetas personales y unos zapatos del fallecido.
La mujer limpió el local, al que durante la mañana del 9 de enero llegaron familiares del hombre y la Policía Local, aunque ella negó que hubieran estado juntos, y luego se fue a Dos Hermanas, donde viven unos hermanos suyos y confesó el crimen, tras lo cual se encontró al fallecido.