La plantilla de la sociedad Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam), perteneciente al Ayuntamiento hispalense, ha protagonizado este jueves una nueva manifestación por las calles del centro de la ciudad, en demanda de avances en la negociación del nuevo convenio colectivo y garantías de seguridad en el trabajo, ante el repunte de los apedreamientos de autobuses.
La manifestación, la segunda del calendario de movilizaciones aprobado por la plantilla, ha recorrido el trayecto que separa la Puerta de Osario de la plaza de la Encarnación y según ha dicho a Europa Press el presidente del comité de empresa de Tussam, Emilio Cubero, del Sindicato de Trabajadores Independientes del Transporte (SITT), ha contado con la participación de unas "300 personas".
Todo ello en demanda de garantías para los servicios de Tussam, pues el repunte en los apedreamientos de los autobuses ha sumado dos incidentes más en el Polígono Sur y Palmete, y avances en la negociación del nuevo convenio colectivo, después de que la plantilla rechazase en referéndum una propuesta de nuevo convenio pactada entre la dirección de la empresa y la mayoría de los representantes sindicales, tras casi diez meses de negociaciones.
Dicha propuesta inicial de convenio contemplaba una vigencia de cuatro años, así como un alza salarial al máximo que permitan los Presupuestos Generales del Estado y diversas primas. Una de ellas, según la documentación recogida por Europa Press, estipulaba un importe bruto anual de 530 euros, ceñida al "tiempo efectivo de trabajo" y al requisito de no contar con "más de diez ausencias" al año, mientras otra recogía un importe bruto de 210 euros "para compensar la mayor cantidad y calidad del trabajo por la adaptación a la nueva duración de la Feria de Abril".
"CONTROL DEL ABSTENTISMO"
Además, la propuesta inicial de nuevo convenio contemplaba la creación de una nueva prima vinculada a programas específicos de mejora, que sustituiría a un concepto previo y parecido, con un importe máximo de 1.405 euros por trabajador y año, así como una prima vinculada a un programa de control del absentismo, por importe bruto diario de cinco euros en 2017, seis en 2018, siete en 2019 y ocho en 2020, por cada domingo efectivamente trabajado, sujeto a que las ausencias del trabajador no superasen "el número de uno para los domingos planificados en su calendario anual" de trabajo.
En ese sentido, el propio alcalde hispalense, Juan Espadas, ha avisado de que los términos del nuevo convenio deben ser ceñidos al "montante disponible" para las mejoras laborales, porque "no hay más" dinero que el ya dispuesto para dichas mejoras. Así, Espadas reclamaba que los nuevos planteamientos de la plantilla a la dirección de la empresa respondan a "mejoras razonables" y no supongan "una carta a los Reyes Magos sin fondo ni fin".
Miguel Pereira, secretario general de CCOO en Tussam, señalaba al respecto que la nueva propuesta de convenio aprobada por la asamblea de trabajadores y elevada a la empresa parte de un texto de una vigencia de dos años y no de cuatro, incluyendo modificaciones en "los criterios" inicialmente estipulados en materia de productividades y absentismo.
Así, Miguel Pereira defendía que buena parte de las modificaciones aprobadas para la nueva propuesta se centran en "mejoras de índole social" que aunque tienen incidencia económica no tendrían "un excesivo coste", con lo que a su juicio la remodelación de las reclamaciones se ajusta a "los márgenes" económicos fijados por Tussam para las mejoras laborales.